Seguidores reformistas se manifiestan contra la represión del régimen islámico en Los Ángeles. / AFP
MUNDO

Jamenéi estrangula las protestas

Musaví califica la act y el régimen asegura que ha detenido a los agitadores extranjeros

| ENVIADO ESPECIAL. PESHAWAR Actualizado: Guardar
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Plaza de Baharestán. Cuatro de la tarde. La multitud se acerca a la puerta del Parlamento para protestar un día más contra los resultados de las elecciones del 12 de junio que otorgaron la mayoría absoluta a Mahmoud Ahmadineyad. De pronto, del interior de mezquitas y otros edificios, un ejército formado por antidisturbios y milicianos del Basij irrumpe en el lugar y comienza un episodio de violencia que las calles de Teherán protagonizan cada tarde desde hace doce días. Todos esperaban la reaparición pública de Mir-Husein Musaví y de su esposa, Zahra Rahnavard, pero finalmente debieron conformarse con un nuevo comunicado en su página web en el que calificó las acciones tomadas tanto por la Policía como por la milicia islamista Basij como «actos terroristas». «Es asombroso que incluso en el año 2009 exista un control tan primitivo en Teherán, que es una ciudad moderna».

Tras veinte años apartado del mundo de la política, Musaví se encuentra cara a cara con la realidad de un sistema que por el comportamiento del líder reformista parece muy diferente al que dejó después de abandonar el cargo de primer ministro a finales de los ochenta. Regresó a la primera línea política con la intención de arrebatar la presidencia a Ahmadineyad, pero los resultados oficiales de los comicios le otorgaron al líder fundamentalista el doble de votos que a él, un polémico resultado que desató las iras de sus seguidores.

Reclamaciones

Los resultados fueron corroborados por el Consejo de Guardianes. Una vez finalizado el recuento aleatorio del 10% de los sufragios al que había accedido este organismo para intentar responder a las más de seiscientas reclamaciones presentadas por los candidatos derrotados, confirmó los primeros resultados y, por lo tanto, la victoria de Ahmadineyad es indiscutible desde el punto de vista de la legalidad iraní.

Pese al clamor en las calles de Teherán y las informaciones sobre protestas en el resto del país, el Líder Supremo, Alí Jamenei, insistió un día más en que «no cederá a las presiones» y felicitó a Mahmoud Ahmadineyad por su victoria. Los responsables de Inteligencia e Interior también cerraron filas en torno al presidente más votado de la historia de la República Islámica y profundizaron en la teoría de las injerencias extranjeras para explicar los graves incidentes de estos días. «Grupos antirrevolucionarios entraron en el país en las semanas previas a los comicios y fueron arrestados durante los disturbios. Uno de estos detenidos actuaba como si fuera un periodista. Bajo esta cobertura, recopilaba datos para los enemigos», aseguró el ministro de Inteligencia, Gholam Husein Mohseni Ejei, antes de informar de la detención de «personas con pasaporte británico» implicadas en los disturbios y apuntar al canal de la BBC en persa como «colaborador».

La conexión occidental recibió el posterior refrendo del responsable de Interior, Sadeq Mahsuli, quien desveló que «muchos manifestantes tienen vínculos con EE UU y la CIA», sin aportar pruebas concretas que avalaran las supuestas relaciones.

Internet

En la lucha informativa diaria que mantienen autoridades y oposición, uno a través de todos los medios públicos y los otros vía Internet, ayer fue el turno de la Neda particular que han encontrado los medios oficiales. Si el icono de la 'ola verde' es la joven Neda Agha Soltan, que fue alcanzada por un disparo el sábado y cuya agonía fue grabada por un teléfono móvil y conmovió al mundo a través de Youtube, los medios públicos mostraron las imágenes de un miembro del Basij al que dos hombres propinaban una paliza en las calles. La gran diferencia es que mientras nadie investiga quién asesinó a Neda, ayer se informó de la detención de dos miembros de Muyahidín-Jalq -grupo opositor al sistema islámico- como los presuntos agresores del joven Basij.

La Nobel de la Paz Shirin Ebadi se sumó a las condenas por el asesinato de la joven y comunicó a sus familiares que está dispuesta a llevar el caso a la Justicia. La abogada aseguró también que «de acuerdo con la Constitución islámica no es necesario pedir permisos para las manifestaciones pacíficas», con lo que quedaría en evidencia la determinación de las autoridades de poner fin a las marchas de la oposición por considerarlas «ilegales» debido a la falta del visto bueno de Interior.

uación de la Policía y los basij de «acto terrorista»