Patxi López reclama un pacto nacional entre PSOE y PP para superar la crisis
El 'lehendakari' cree que los populares deberían apoyar los Presupuestos para no depender de las minorías
| COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarEs una prédica en el desierto, pero Patxi López hizo un nuevo intento. El flamante lehendakari aprovechó ayer su visita a Madrid para reclamar al Gobierno y al primer partido de la oposición que busquen «espacios de entendimiento» que permitan hacer frente a la situación económica. Incluso abogó por un pacto en los Presupuestos Generales del Estado para 2009. «El conjunto del país pide que sumemos fuerzas», alegó. «Reclamo responsabilidad para que ambas partes se sienten a negociar», agregó.
No es López el primero (ni probablemente sea el último) socialista que solicita la unidad de acción del PSOE y el PP en la materia, pero ningún dirigente de su partido, en primera línea política, se había atrevido a plantearlo hasta ahora de una manera tan abierta. En un desayuno informativo organizado por el Foro Europa, defendió que es en situaciones como ésta cuando se demuestra «la grandeza de un Gobierno y de un partido en la oposición».
El llamamiento del jefe del Gobierno vasco tiene especial peso por un doble motivo: porque él mismo es la prueba viviente de que el pacto con los opuestos no tiene por qué pasar factura electoral, sino todo lo contrario, y porque su estrella está en pleno apogeo. Al evento, celebrado en un hotel madrileño, asistieron la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín; el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, y el ex presidente del PNV, Josu Jon Imaz, entre otros muchos diputados y cargos políticos.
Las posibilidades de un acuerdo entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy son, con todo, prácticamente nulas. La dirección socialista siempre ha tenido claro que esta legislatura pivotaría sobre la defensa de dos modelos económicos contrapuestos -quizá más en la teoría que en la práctica- y que su tabla de salvación requiere enarbolar la bandera de los derechos sociales e identificar al PP con el liberalismo salvaje.
Sin pacto de Estado
Cuando en vísperas de la aprobación de los presupuestos generales para 2008 se suscitó el debate de si convenía caminar hacia un pacto de Estado se decidió que no. El Gobierno entiende que el momento histórico no es comparable ni de lejos al de la Transición y que una reedición limitada de los a menudo mencionados Pactos de La Moncloa carece hoy de sentido.
La estrategia del grupo parlamentario pasa, no en vano, por salvar las cuentas públicas con las minorías, aunque resulte complicado. Fuentes de la dirección del grupo dan por hecho que no se podrá contar ni con CiU ni con ERC y, por supuesto, tampoco con el PNV. Esto último es el precio que Zapatero tuvo que pagar (y «le honra», dijo López) por dar vía libre a los socialistas vascos para destronar a Juan José Ibarretxe. «Tendremos que ir a una negociación a seis para conseguir ocho votos, como hicimos con el Debate sobre el estado de la Nación», señalan.
Esos seis son los integrantes del grupo mixto: BNG, NaBai, UPN, Coalición Canaria e Iniciativa per Cataluña e Izquierda Unida. En total aportan ocho diputados, suficientes para que el PSOE, con 169, alcance la mayoría absoluta necesaria para aprobar la ley más importante del año.