Desarticulado un comando de ETA listo para atentar con 75 kilos de explosivos

El Cuerpo Nacional de Policía desarticuló durante la madrugada de ayer en Guipúzcoa un comando etarra listo para atentar. Los agentes detuvieron a los tres miembros 'legales' (no fichados) que habían formado el recién nacido grupo y al que la banda ya había enviado desde Francia 75 kilos de explosivo. Los servicios de Información de la Policía golpean así a ETA apenas cuatro días después de que los terroristas mataran a uno de sus responsables, Eduardo Puelles, aunque descartan que el 'talde' tenga relación alguna con el asesinato en Arrigorriaga del inspector.

La operación, coordinada por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que se desplazó a Guipúzcoa, comenzó pasadas de las 2.00 horas. Efectivos de la Comisaría General de Información y de la Brigada Provincial de Información de San Sebastián irrumpieron simultáneamente en cuatro domicilios y locales de Usurbil, Lasarte, Astigarraga y la capital donostiarra.

El objetivo principal era la captura de la pareja que supuestamente lideraba el nuevo 'talde': Patxi Uranga Salbide, de 32 años; y su novia Olatz Lasagabaster Anza, de 30 años. Ambos fueron detenidos en una vivienda habilitada en una nave industrial del polígono de Ugaldea, a las afueras de Usurbil. El tercer arresto, el de Ainara Vázquez Martínez, de 32 años, tuvo lugar en Astigarraga. Las fuerzas de seguridad investigan su grado de vinculación con el nuevo comando. Vázquez, amiga íntima de la pareja, fue segunda suplente en la lista de ANV al Ayuntamiento de Astigarraga en 2007.

En el piso de la nave de Usurbil los agentes encontraron el arsenal que esperaban: 64,6 kilogramos de nitrato amónico (repartido en 38 paquetes marcados con el anagrama de ETA de 1,7 kilos cada uno) y otra treintena de bolsitas de polvo de aluminio, igualmente con la firma de la banda, con un peso total de diez kilos. Un material suficiente para fabricar algo menos de 75 kilos de amonal.

Además, fueron hallados 25 metros de cordón detonante artesanal, distintos utensilios para la confección de artefactos en una caja de herramientas, varios teléfonos móviles, dos 'walkie talkies', linternas, un monitor, unas esposas y una bandera con el anagrama de la banda. En ese registro, y en otros tres practicados en Guipúzcoa, los funcionarios también hallaron un manual de lucha callejera, diversa propaganda de ETA y «gran cantidad» de material informático y documentación que servirá para conocer los planes de este 'talde'.

Los agentes, que se incautaron igualmente de los vehículos particulares de los tres detenidos, un Opel y un Seat Ibiza, registraron a primera hora de la mañana la sede que en San Sebastián comparten la revista 'Gaztezulo', donde Patxi Uranga trabaja como periodista, y la sociedad de promoción del euskera 'Bagera', donde Ainara Vázquez está empleada de administrativa. Los funcionarios se llevaron para su estudio los ordenadores de ambos.

Según informaron mandos de la lucha antiterrorista, esta célula terrorista estaba siendo vigilada desde hace, al menos, quince meses, tanto por los servicios de Información de la Ertzaintza como de la Policía Nacional. Tal y como marcan los protocolos de coordinación, la policía autonómica dejó el caso en manos del CNP, que tenía más avanzadas las investigaciones.

Los nombres de Uranga y Lasagabaster fueron conocidos por las fuerzas de seguridad después que el entonces jefe del 'comando Vizcaya' Jurdan Martitegi abandonó un furgoneta en la que aparecieron indicios que señalaban directamente a la pareja detenida ayer. Tras meses de seguimientos, los agentes comprobaron que Uranga y su novia habían recibido en fechas recientes y en una sola entrega desde Francia el explosivo, por lo que decidieron proceder a los arrestos.

El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, destacó el «carácter preventivo» de esta operación y aseguró que los detenidos ya conformaban un comando «armado», «en condiciones de actuar de manera inminente», y recordó que ya tenían en su poder «todo lo necesario» para comenzar a atentar.