Los vecinos de Emperador Carlos alertan de las constantes inundaciones del 'parking'

Las obras del parking de Emperador Carlos se encuentran actualmente en torno al 80% de su ejecución, razón por la que la Empresa de Suelo Isleña (Esisa), prevé que los trabajos concluyan a finales de julio. Sin embargo, todavía no se han solucionado algunos problemas que dificultan notablemente la actuación, como es el caso de las filtraciones que anegan periódicamente la totalidad de la planta baja del aparcamiento.

Dos bombas que achican agua continuamente es la solución temporal para poder avanzar en el equipamiento, pero no es definitivo, ya que cuando una falla toda la planta baja se inunda. Unos problemas que volvieron a repetirse la semana pasada, en la que hizo falta la presencia de una empresa de sellado para aliviar tales filtraciones.

A pesar de los contratiempos, desde Esisa se asegura que una vez concluido el parking, los propietarios de las plazas no tendrán que preocuparse por el agua. «Se trata de una construcción que está por debajo del nivel freático pues hablamos de tres plantas y casi 10 metros de profundidad. Con la marea alta surgen los principales problemas, por eso tenemos las bombas de achique, pero cuando finalicemos los sellados y la colocación de muros de pantalla de contención, no existirán filtraciones», asegura Lorenzo Braojos, gerente de Esisa.

Aún así los vecinos no se fían y como expone el presidente de la asociación de San Quintín, Manuel Paromio, «se tiene miedo de que las inundaciones sigan una vez que hayan concluido la obra. Hemos solicitado una reunión con los técnicos del Ayuntamiento para hablar de estas cuestiones y otras derivadas de los aparcamientos».

Braojos insiste en que se trata de una actuación «muy compleja para la que hemos elaborado muchos estudios técnicos en los que se prevén las soluciones a los posibles problemas que puedan surgir como el del agua, que además no se puede reutilizar al proceder de las marismas».

Y es que ha sido una construcción que ha generado muchas molestias a los vecinos al tratarse de una plaza rodeada por varios bloques. El último episodio de discordia entre los residentes y la empresa promotora de la actuación fue la colocación de un transformador cerca de las viviendas, que finalizó con el cambio de ubicación del mismo.

El aparcamiento de Emperador Carlos cuenta con un total de 253 plazas, aunque por el momento sólo se han vendido un total de 40. El precio de las plazas se fijaron a partir de los 20.000 euros y ante el escaso interés que están mostrando los vecinos en la adquisición de los mismos, desde la empresa pública se ha comenzado a potenciar otras fórmulas para el acceso de los residentes. Es por ello que se están lanzando ofertas de alquiler por unos 100 euros.

Una iniciativa que parece dar mejor resultado, pues «tenemos ya una lista bastante amplia de personas interesadas y consideramos que se trata de una buena opción», concluye Braojos.