El presidente Sarkozy entra en Versalles para el acto solemne. / Afp
ACTO SOLEMNE

Sarkozy reúne a las dos Cámaras en Versalles para exponer sus proyectos políticos y económicos

La ceremonia no se repetía desde que Luis Napoleón Bonaparte, en 1848, prestó juramento tras su elección ante la Asamblea Nacional

VERSALLES Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Por primera vez desde 1848, un presidente francés se ha dirigido a las dos Cámaras del Parlamento reunidas en Congreso en el Palacio de Versalles, a las afueras de París, donde Nicolas Sarkozy ha presentado sus proyectos políticos, económicos y para Europa. Ha sido un discurso solemne, en el que el jefe del Estado galo ha hecho balance de lo que lleva de mandato y ha abordado las cuestiones más candentes de la actualidad en Francia, como el debate sobre la prohibición del burka o el relativo al posible aplazamiento de la edad de jubilación.

Sarkozy se ha dedicado a explicar lo que quiere para los franceses, el que será su plan de gobierno para los próximos meses, y sus orientaciones de política europea tras su triunfo en las recientes elecciones al Parlamento Europeo. Retransmitida en directo por televisión, la histórica intervención de Sarkozy ante diputados y senadores ha sido posible por la reforma constitucional votada y aprobada el pasado julio, que levantó la prohibición de que los jefes de Estado se dirijan a los parlamentarios, tal y como establecía la Constitución de 1875. El último en hacerlo fue Luis Napoleón Bonaparte en 1848, durante la II República, -aunque entonces el Parlamento francés era unicameral- cuando prestó juramento tras su elección ante la Asamblea Nacional.

No habrá subida de impuestos

El presidente francés ha asegurado que no subirá los impuestos porque retrasaría la salida de la crisis y que aspira a cambiar el modelo de crecimiento. "No haré una política de rigor. No aumentaré los impuestos", prometía, antes de admitir que Francia tiene un problema de déficit. La prioridades de su Gobierno se financiarán, ha anunciado, con una emisión de deuda pública, cuyo monto y modalidades no ha concretado.

Tampoco ha querido entrar en detalles sobre la reforma del sistema de pensiones, aunque ha avanzado que "2010 será capital" porque se abrirá el debate con los interlocutores sociales sobre aspectos que ya están suscitando polémica, como el posible retraso de la edad de jubilación, fijada actualmente en 60 años en Francia.

Sarkozy ha confirmado que el miércoles remodelará el Gobierno aunque no ha precisado si se limitará a un ajuste del gabinete por la salida de los dos ministros que dejarán sus puestos para ocupar un escaño en el Parlamento Europeo (PE): la de Justicia, Rachida Dati, y el de Agricultura, Michel Barnier.

El burka no es "bienvenido"

En el ámbito social, el presidente se ha fijado como prioridad lograr un modelo de integración y de igualdad basado en criterios sociales y no étnicos, y ha dejado muy clara su posición en torno a uno de los debates más candentes hoy en día en Francia en este ámbito, el de la eventual prohibición del burka. Esa prenda de origen afgano, que oculta el rostro de la mujer, "no es bienvenida" en territorio de la República francesa y "no es un problema religioso sino un problema de libertad y de dignidad de las mujeres", ha afirmado antes de ser interrumpido por los aplausos de algunos de sus interlocutores. Los parlamentarios de la derecha se han puesto incluso en pie para aplaudirle, mientras que los de la izquierda que han acudido a escucharle, -solo los socialistas porque los comunistas y verdes decidieron boicotearle-, han permanecido impasibles.

Ha sido una intervención de 45 minutos, retransmitida en directo por televisión y seguida por un debate parlamentario sin voto en el que no ha participado ningún miembro de los grupos de la izquierda.