Una legislatura para expertos en política

Periodistas y políticos sabían, nada más conocerse los resultados definitivos de las elecciones municipales de mayo de 2007, que la legislatura en Chiclana sería convulsa y muy activa políticamente hablando.

Lo que casi nadie esperaba era que a mediados de junio de aquel año el Gobierno municipal se conformase con un pacto cuatripartito entre PP, IU, PSA y PA, y que esa alianza apenas durara 17 meses por culpa de la moción de censura impulsada por el PSOE, que contó finalmente con dos miembros del pacto, es decir, con los votos de la única edil del PSA, Mari Ángeles Polanco, y el respaldo de la dirección provincial de IU de la mano de Nadine Fernández.

Acababa de comenzar la guerra interna en esta formación, puesto que su hasta entonces portavoz, José Pedro Butrón, no apoyaba dicho acuerdo con los socialistas, que, según él, «encabezados por Román tienen encima la sombra de la corrupción urbanística». Meses después la situación política en la ciudad sigue siendo muy convulsa. Aunque el actual alcalde, José María Román, prometió «no mirar para atrás» en su discurso de investidura en noviembre, lo cierto es que el clima de enfrentamiento político ha ido en aumento.

La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los chiclaneros, cada día más desconectados con su clase política como demuestran el apenas 30% de votantes que hubo en las últimas elecciones europeas, han sido las medidas cautelares adoptadas por un juzgado de la ciudad, que devuelve a José Pedro Butrón y su compañero, José Antonio Blanco, la militancia, el Grupo Municipal y la portavocía de IU. Este hecho volverá a modificar la distribución del Salón de Plenos, y será relevante en órganos políticos como las comisiones informativas, donde el PSOE (que tiene 13 concejales electos), podría perder la mayoría.

Los últimos acontecimientos han servido sobre todo para avivar el enfrentamiento entre los portavoces de los grupos políticos. El PP se ha apresurado a pedir al alcalde «que cumpla con la ley» y no demore «sus derechos» a sus antiguos socios. Butrón, mientras tanto, saca pecho y ataca a la provincial de IU, que ya ha anunciado que volverá a expedientarlo. Entretanto Román guarda silencio sobre una enrevesada trama política de apoyos y atribuciones orgánicas que siguen sin entender los ciudadanos.

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