«Es un héroe, no una víctima, y como tal ha muerto»
| COLPISA Actualizado: GuardarMiles de ciudadanos se concentraron ayer en silencio junto a sus ayuntamientos, unidos dentro y fuera del País Vasco por el deseo común de dejar patente la repulsa que les produjo el atentado con el que ETA segó el viernes la vida del inspector de policía, Eduardo Antonio Puelles García.
A la convocatoria ante el consistorio de Arrigorriaga (Vizcaya) acudieron el lehendakari Patxi López, el presidente del Senado, Javier Rojo; la presidenta del Parlamento vasco, Arantxa Quiroga; el líder del PNV, Iñigo Urkullu; la secretaria general del PSOE, Leire Pajín; el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti o el coordinador general de Ezker Batua, Mikel Arana y los principales dirigentes de los principales partidos democráticos vascos. Les acompañaron decenas de vecinos, entre ellos la madre y los hermanos del policía asesinado. Ante ellos, Josu Puelles, miembro de la Ertzaintza, tiró de orgullo: «Para nosotros, mi hermano es un héroe, no una víctima, y como tal ha muerto». «Si alguien lo quiere poner en euskera, voy a decir que es un gudari nagusia (gran soldado vasco)» insistió. En Arrigorriaga vivió Eduardo Puelles y en Arrigorriaga fue asesinado. Ante su Ayuntamiento, sus vecinos condenaron el crimen con un silencio sólo roto cuando una salva de aplausos saludó a los agentes.