Una niña de dos años, herida por mordeduras de perro en cara y cuello

Una niña de dos años fue atacada por un perro en la noche del viernes. La menor sufrió heridas en el rostro y en el cuello, que precisaron intervención quirúrgica, aunque su vida no peligra. Los hechos ocurrieron en el camping Pinar de San José, ubicado en la pedanía barbateña de Zahora, en las inmediaciones de Caños de Meca, donde pasaba unos días de vacaciones con su familia.

La pequeña se encontraba jugando en una de las parcelas interiores que rodean la zona de bungalows del recinto costero. Junto a ella había otros niños, entre ellos los de la familia propietaria del can. Según explicaron fuentes del camping San José, el perro se abalanzó sobre ella sin una aparente explicación, ya que el animal estaba atado y no pertenece a una raza peligrosa. De inmediato, sus familiares la trasladaron al hospital Puerta del Mar de Cádiz, con heridas por mordedura en el rostro y cuello. Así lo confirmaban ayer en las instalaciones turísticas. Además, este periódico consultó con los servicios de emergencias y ninguno había efectuado asistencia médica en esas instalaciones.

Se da la circunstancia de que la niña había conocido a sus amiguitos de juegos apenas unos días antes. Tras instalarse en una parcela del camping junto a sus padres, esta familia había coincidido con otra, también de la provincia y clientes habituales de los bungalows del entorno, que son los propietarios del perro.

Restricciones por fechas

El animal es un ejemplar de pastor belga, una mascota muy común, de tamaño mediano y que se caracteriza por el pelo largo. No está dentro de las razas calificadas como potencialmente peligrosas por la ley. Esto fue lo que le permitió estar en el interior del recinto, según se explicaba ayer desde la dirección de las instalaciones. Además indicaban que en sus normas internas se contempla que el animal (por el que hay que pagar un euro extra por estancias inferiores a siete días y parcela), sólo podrá entrar en temporada baja, deberá permanecer atado, y «en todo caso la responsabilidad de su tenencia siempre es de sus propietarios». En la página web del camping se especifica que aquellos que quieran alquilar una parcela sólo podrán llevar canes desde el 1 de enero al 14 de junio (excluyendo la Semana Santa) y del 14 de septiembre al 31 de diciembre. El resto del año no están permitidos. Sin embargo, no especifica nada sobre admisiones para aquellos que pasan sus vacaciones en bungalows.

Las mismas fuentes aseguraron que están «a plena disposición» de los familiares de la menor. No obstante, tras lamentar lo ocurrido restaron importancia al ataque: «Afortunadamente no ha sido nada grave, ya que su vida no corre peligro, según nos han comentado los padres cuando hemos hablado con ellos».

Los propietarios del perro interrumpieron sus vacaciones y abandonaron ayer mismo las instalaciones del camping. Al cierre de esta edición, la Guardia Civil, encargada de la seguridad ciudadana en la pedanía barbateña de Zahora, no había recibido ningún tipo de denuncia.

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Hay caminos y caminos. Aquellos que se hacen por promesa, por cumplir un deseo o como vía de protesta. En este apartado podría incluirse un vecino desempleado de Algeciras, Raúl Torres, quien emprendió el pasado día 8 de junio un viaje desde su localidad natal hacia Madrid con el objetivo de llegar al Ministerio de Trabajo y solicitar un empleo. Es su forma de llamar la atención a los poderes públicos sobre la difícil situación que atraviesan miles de españoles que están en estos momentos en paro.

Durante un breve alto en su camino, este algecireño de 29 años explicó que la idea de partir hacia Madrid para pedir un puesto de trabajo surgió de la desesperación de «llevar un año y medio» parado sin poder «pagar las deudas». Con esta iniciativa, como también dejó claro con sus palabras, pretende demostrar que «al menos» tiene intención de hacer frente al dinero que debe. «El problema es que no tengo trabajo», reiteró.

Raúl, que trabajaba en el sector de la construcción en Madrid perdió su empleo «en abril de 2008», por lo que tuvo que volver a su ciudad natal, Algeciras, donde desde entonces «vive» con sus padres. Este joven es otro afectado más de un sector que vivió épocas doradas mientras que ahora se desangra.

En este sentido, manifestó que con «una pensión de 700 euros» que tiene su padre, no tienen para «hacer frente a todas las deudas», ya que junto a él y sus progenitores viven también otros dos hermanos que se encuentran en la misma situación de desempleo. «Para vivir tenemos, pero no para pagar las deudas», lamentó.

Con la ayuda de otros

Por ello, decidió emprender este viaje a pie. Caminando unos «25 kilómetros» al día, aguantando las inclemencias meteorológicas con «días duros y otros no tanto», este parado no pierde las «ganas de seguir adelante» y se mantiene firme en su deseo de que alguien le ofrezca un puesto de trabajo.

Salió de Algeciras con 40 euros, duerme en una tienda de campaña y va viviendo de la solidaridad de la gente, hasta que llegue a la capital de España «antes del mes de agosto» como tiene previsto.

«Quiero llegar al Ministerio de Trabajo, entregar mi currículum y acampar a las puertas del Ministerio hasta que me dejen. Quiero hacerme notar», aseguró, para demostrar su intención de saldar sus deudas.