Economia

El Banco de España recuerda que la ayuda pública comporta reestructuraciones

| COLPISA. SANTANDER Actualizado: Guardar
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El subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, afirmó ayer que las entidades financieras que reciban ayudas de las arcas públicas deberán afrontar ajustes y reestructuraciones, pues así lo determina la legislación comunitaria. Aríztegui calificó de «excesiva» la red de oficinas de las entidades y aseguró que España no perderá capacidad de control en el nuevo escenario regulatorio que se abre en Europa.

El subgobernador, que clausuraba un curso sobre perspectivas económicas organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) y el BBVA en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, afirmó que las ayudas del Estado sólo son aceptables «si las entidades que reciben los fondos se comprometen a hacer una reestructuración, ajustando su red comercial en personal, tamaño y potencia».

Consideró, además, que las entidades deberían revisar la expansión que acometieron en el pasado, basada en «criterios optimistas», puesto que en la coyuntura actual «probablemente la red sea excesiva». Por tanto, apostó por controlar «entidad por entidad observando sus costes y sus redes para así evaluar cuál es la necesidad de revisión».

Aríztegui aseveró que en los mercados financieros «lo peor ya ha pasado» y que el sistema financiero «no se va a colapsar». El subgobernador matizó que actualmente «estamos viviendo una situación sin precedentes en la que los estados no tenían otra solución que intervenir y han pagado lo peor de las circunstancias». Explicó que en el mundo financiero se vive la impresión de que los indicadores son «claramente mejores», y que aunque «sigue habiendo problemas», la situación ha mejorado notablemente.

El subgobernador aseguró que las autoridades supervisoras españolas «no perderán poder» frente a Europa, tras la reforma de supervisión aprobada por los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea. Aríztegui se mostró a favor de «una revisión de los esquemas institucionales de supervisión» ya que, en ocasiones, los organismos que se ocupan de esta tarea han incurrido en fallos graves.