La poesía y la precisión en la palabra

La poesía es parte inherente a la figura literaria y personal de José Manuel Caballero Bonald. De hecho, su primera publicación en forma de libro es Las adivinaciones (1952), que fue merecedor del Premio Adonaïs. Después vendrían Memorias de poco tiempo (1954), Anteo (1956), Las horas muertas (1959), Pliegos de cordel (1963) y un largo etcétera de títulos hasta llegar a Manual de Infractores (2005) y La noche no tiene paredes (2009) sin olvidar Descrédito del héroe (1977) o Diario de Argónida (1997).

«En la poesía de Caballero Bonald destaca la intensa búsqueda de la precisión en las palabras. La palabra que utiliza es la justa y significativa. Él suele decir que intenta que signifiquen más que en los diccionarios», asegura la poeta jerezana y buena conocedora del escritor, Josefa Parra. «Llegué a su poesía siendo bastante jovencita. Me conmovió especialmente el poema titulado Casa junto al mar, de Las adivinaciones. En mi último libro lo homenajeo con otro poema que titulé Casa dentro del mar. Esos versos son una metáfora de él mismo», continúa la colaboradora de LA VOZ y coordinadora de la Fundación que lleva el nombre del autor.

Desde los primeros poemas de Caballero Bonald en los años 40 hasta La noche no tiene paredes han pasado más de 60 años -el escritor jerezano cumplirá 83 el próximo noviembre- pero «en esencia, sigue siendo él mismo en su poesía, aunque ha ido madurando y depurándose. Es un poeta muy hecho desde el principio», aseguró la jerezana, autora de Alcoba del agua, Tratado de cicatrices o La hora azul.

«Es un perfeccionista. Retoma poemas antiguos y les cambia palabras para buscar esa signifcación especial. Una de las cosas que más me llama la atención de Caballero Bonald es su exigencia hacia sí mismo», continuó.

Dentro de su trayectoria poética hay que destacar un libro que «supuso un antes y un después». Se trata del titulado Descrédito del héroe: «A él le gusta mucho porque se sigue sintiendo identificado con esos poemas», aseguró Parra.

Compromiso

Aunque el propio escritor confiesa que le interesa más la carga lingüística que la temática a la hora de escribir sus poemas, lo cierto es que el compromiso social siempre está presente en sus versos: «Quiere un cambio en la sociedad y lo pide, se queja», insiste Parra. «En la escritura de Caballero Bonald hay mucho de Juan Ramón Jiménez en cuanto a análisis minucioso de la palabra. Tampoco hay que olvidar su gusto por la poesía mística», añadió.

Caballero Bonald visitará hoy su fundación. A buen seguro que lo hará tranquilo, con andar pausado y la mirada entre unos y otros (porque serán muchos los que vayan hoy a disfrutar de su literatura y de su presencia). Además de sus versos, pronunciará las palabras justas y arrancará la sonrisa, el aplauso y la admiración de sus paisanos entre poema y poema.