Muere una persona en el incendio de una vivienda en rehabilitación de Granada

Una hombre burgalés de 30 años ha muerto en Granada en un incendio registrado en una vivienda en rehabilitación de dos plantas en la calle San Juan de los Reyes que obligó al desalojo de varias casas próximas. El incendio se declaró a medianiche en un inmueble de tres plantas y dos sótanos del barrio del Albaicín, a cuyo interior accedieron los bomberos para sofocar las llamas, además de hacer un butrón en varias paredes para que se liberase el calor y el humo.

La permanencia de las llamas durante varias horas obligó a bomberos y agentes de la Policía a desalojar a cuatro personas -una mujer mayor, dos jóvenes y un vecino de 50 años- que residen en los números 10, 12 y 14 de la calle Zafra, aunque pudieron regresar sin problemas a sus hogares una vez que el fuego estuvo controlado. Sobre las dos de la madrugada, y dado que el edificio estaba bastante ruinoso, se desplomó uno de los suelos, motivo por el que los bomberos continuaron las labores de extinción desde el exterior.

Las llamas quedaron controladas al amanecer y tanto bomberos como agentes de la Policía Científica trabajan en la zona para esclarecer las causas de este suceso. La primera misión fue identificar el cuerpo.

Murió por asfixia

El cadáver corresponde a un hombre de 30 años natural de Burgos y sin domicilio conocido que murió por asfixia, según fuentes del Cuerpo Nacional de Policía. La identificación del fallecido, de iniciales F.C.M., ha sido "rápida", ya que el cadáver se encontraba en buen estado por no haber sido apenas alcanzado por las llamas, que se originaron en la planta baja y él se encontraba en la segunda, donde fue encontrado sobre un colchón y en posición fetal o de defensa.

Las pruebas encontradas hasta el momento hacen pensar a la Brigada Provincial de la Policía Científica desplazada a la zona que el fuego se originó de forma accidental y a raíz de la combustión descontrolada de una vela, aunque este extremo no está confirmado, ni por los agentes ni por los bomberos. Dado que el edificio sufre peligro de derrumbe, la Policía Científica está a la espera de recibir la autorización del arquitecto para realizar una inspección más exhaustiva que permita determinar si hay más cadáveres entre los escombros, así como confirmar las causas que originaron las llamas.