El alma azul de Álvaro Leiva

Desde las columnas de Hércules al Estrecho de Dardanelos, el Mediterráneo baña tierras tan distintas como Italia o Siria, pero deja una huella común, atávica, ancestral, en la genética de las culturas que habitan sus orillas. El fotógrafo Álvaro Leiva ha recorrido los tiempos y lugares que lo cruzan, ha encontrado en sus gentes un alma compartida, a pesar de la extraña convergencia que produce el encuentro de África, Asia y Europa en el mismo agua templada y antigua.

Mare, la muestra que puede visitarse desde ayer en Santa Catalina, se plantea como «una exposición sobre la gente mediterránea, sus vidas y sus miradas, un paseo por las esencias de España, Marruecos, Italia, Francia, Túnez, Israel, Albania, Grecia, Turquía o Siria». Según explicó su autor, «estas imágenes están por encima de la política, de las fronteras, de los estados, de los modelos y los regímenes, porque miran y representan la vida cotidiana, o la vida a secas».

Rocas y nubes, costas, islas, humanidad, salitre y luz van prestando cuerpo al trabajo del fotógrafo a medida que pasan ante el objetivo del autor, que tiene así la posibilidad de «descubrir, conocer y reflexionar sobre personas, sobre sonrisas y almas».

Porque «no hay fronteras en el mar al atardecer, sea en las islas Sanguinaires de Córcega, con su capacidad de teñirse de color púrpura, como en la rifeña Costa de Alhucemas, existen en todos sitios las mismas ganas de vivir la luz», ya que el autor sabe dónde está el color que la incita, lo espera y lo captura magistralmente.

Pero, sobre todo, las fotografías de Leiva captan «un buen gusto que no se improvisa, con solera de siglos, que viene del clima, del carácter de los hombres y mujeres que han cultivado su forma de ser junto a sus orillas». Algo que «esperamos que continúe en estos tiempos de calentamiento global y medusas al acecho».

Leiva, que actuamente compagina su trabajo para la agencia Panos Pictures con colaboraciones para periódicos y revistas, tiene una amplia experiencia como viajero. Desde sus comienzos profesionales ha visitado más de 80 países, y siempre ha prestado una atención especial al agua como motivo de inspiración. Cien de sus fotografías de los ríos Amazonas, Níger, Mekong, Ganges y Mississippi se mostraron durante el prestigioso festival Fotofest de Houston, donde Leiva logró el reconocimiento internacional. Su trabajo Ríos fue seleccionado en dos ocasiones para los premios W. Eugene Smith, y su visión sobre la comunidad afroamericana en el sur del Mississippi logró importantes distinciones en el L'Image de 2007.