Obama se revela como diestro cazador... de moscas

A pesar de que sus detractores creían que Barack Obama no sería ni siquiera capaz de matar a una mosca, el presidente de Estados Unidos demostró ayer que estos insectos han encontrado en él a un enemigo. Lo probó durante una entrevista que concedía en la Casa Blanca al corresponsal de la televisión CNBC. Al principio, intentó persuadir al díptero para que abandonara el entorno con palabras y aspavientos. «¡Fuera de aquí!», dijo, interrumpiendo la respuesta a una de las preguntas del reportero. Pero ella, pertinaz, no hizo caso y siguió volando en el espacio aéreo de Obama. Osó, incluso, posarse en su mano derecha. El mandatario la observó sigiloso y, con un movimiento rápido de la izquierda, su diestra, acabó con ella de un fuerte manotazo. «Ha sido impresionante ¿no?», le dice al periodista. El cuerpo del delito yacía sin vida sobre la alfombra.