El sistema financiero tendrá pérdidas en 2010, según el presidente de las cajas

La alarma del gobernador del Banco de España no es infundada. La segunda oleada del vendaval financiero alcanzará de lleno al sistema de crédito español que, en su conjunto, arrojará pérdidas los años 2010 y 2011, vaticinó el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, en las jornadas que sobre el alcance de la crisis se están celebrando en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). El impacto es formidable, si se considera que en 2007 el sistema financiero español obtuvo unas ganancias de 30.640 millones de euros, según el informe de estabilidad financiera del Banco de España, y que el beneficio todavía se elevó a 23.936 millones el pasado año.

Quintás puntualizó que 2009 todavía se cerrará con resultados positivos, mientras 2010 será «incómodo». Precisó que la previsión de pérdidas excluye resultados ajenos al puro negocio -las ventas de activos no son frecuentes en tiempos de crisis- y lanzó el mensaje de que está en manos del Gobierno y del Banco de España aliviar tan sombría trayectoria. La puesta en marcha del Fondo de Reestructuración, y un cambio en los criterios de la regulación de solvencia de las entidades supondrían un alivio frente a las circunstancias negativas que concurrirán en 2010: los ingresos recurrentes se reducirán de 51.000 millones a 38.800 millones, y bancos y cajas habrán de afrontar pérdidas de unos 28.900 millones por el deterioro de activos, según el estudio de una consultora cuya identidad no desveló. El margen restante no daría para cubrir gastos.

En 2011, el diferencial sería algo más elevado y las pérdidas resultantes, menores. El sector financiero español debiera recuperar la capacidad de generar beneficios ya entrado 2012. Los autores estiman que la morosidad del sistema podría escalar al 6,7% este año y al 8,8% en 2010, la misma tasa que la de los ejercicios 1992 y 1993, los de la recesión precedente. Un dato que contrasta con los tiempos de bonanza, porque la proporción de morosos se limitó al 0,84% en diciembre de 2007 y ya trepó al 3,3% un año más tarde.

El presidente de la CECA aseguró que las dificultades afectan a todo tipo de instituciones, y censuró la actuación de quienes apuntan directamente a las cajas de ahorros como protagonistas de los males del sector, en una velada alusión a ciertos bancos y a buena parte de los políticos.

Al representante de las cajas de ahorros le parecen «razonables» las premisas con las que trabaja el Gobierno para establecer el Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB), pero demandó que se apliquen con flexibilidad «para evitar que el diluvio caiga sobre las entidades». Quintás siempre ha defendido que habrá entidades con dificultades para reponer capital y captar crédito, a las que una ayuda pública podría salvar de la intervención. En unos 20 bancos y cajas, estimó, la solvencia podría caer en algún momento por debajo del 8% de capital regulatorio exigido por el regulador.

El poder autonómico

Si el presidente de la CECA se mostró partidario de reforzar la solvencia de las cajas con avales a las participaciones preferentes y cuotas participativas con derecho de voto -la fórmula que contempla el Ejecutivo para reforzar el poder del Banco de España-, desde las comunidades autónomas han surgido voces críticas. Si la solución a los problemas de una caja pasa por una fusión interterritorial, la última palabra la seguirán teniendo las autoridades locales. Economía había planteado la posibilidad de que emitieran un informe no vinculante, pero el jefe del Ejecutivo se ha comprometido con el presidente de la Junta de Andalucía a no restar a las comunidades esa capacidad de veto.