Zapatero garantiza a Griñán que Andalucía será la que más reciba con la nueva financiación

José Antonio Griñán, presidente de la Junta de Andalucía, llegó ayer al palacio de La Moncloa con el eco de la oferta que José Luis Rodríguez Zapatero había realizado el martes en Barcelona: una financiación autonómica que supusiera ingresos superiores a la media per cápita en Cataluña, para fortalecer a esta comunidad.

Una aseveración que, en principio, podía desvirtuar las expectativas que Andalucía tiene depositadas en el nuevo de reparto de los fondos del Estado (no sólo en las inversiones en infraestructuras, sino en sanidad, educación, servicios sociales y el resto de conceptos computables), que el Gobierno central quiere cerrar el próximo 15 de julio.

Griñán, tras dos horas de reunión con el presidente español, disipó cualquier duda. Rodríguez Zapatero le confirmó que la población, con distintas variables, será el elemento clave a la hora calcular el dinero que se distribuirá entre las 15 comunidades autónomas españolas adscritas al régimen general (todas menos País Vasco y Navarra).

Esto significa, según explicó el mandatario andaluz en rueda de prensa, que Andalucía será la que más ingresos reciba. Y no por ningún privilegio, sino porque sus ocho millones de habitantes la convierten en el territorio español más poblado (un 17, 8% del total, aproximadamente). Zapatero, además, refrendó que Andalucía será la que más inversiones reciba en los Presupuestos Generales del Estado en 2010, siguiendo este mismo criterio poblacional y cumpliendo, de paso, con lo que estipula la Disposición Adicional Tercera del Estatuto de Autonomía.

Comparativa

Griñán hizo estas reflexiones a preguntas de los periodistas que compararon la enrevesada negociación del nuevo modelo de financiación autonómica con un sudoku. «Todos los sudokus se resuelven», sentenció Griñán, pese a que se le recordó que Rodríguez Zapatero había prometido cuestiones aparentemente contradictorias en esta materia a Galicia, Cataluña y, ahora, a Andalucía.

Muy receptivo con la postura andaluza, pero poco concreto. Así se mostró Rodríguez Zapatero a tenor de las pocas cifras que ofreció Griñán. «De los tantos por ciento, a mi lo que me interesa es el por ciento y en función de qué criterios», apostilló el presidente de la Junta para explicar por qué su Gobierno no quiere entrar en una guerra de cifras sobre lo que finalmente percibirá de más Andalucía con el futuro método de financiación.

Postura andaluza

Tal y como Griñán anunció el martes a Javier Arenas y Diego Valderas, presidente del PP-A y coordinador regional de IUCA, respectivamente, el máximo dirigente del Gobierno andaluz entregó a Rodríguez Zapatero el documento avalado por el Parlamento andaluz sobre financiación autonómica. En este texto se destaca que la postura de Andalucía se basa en el principio de igualdad «en el acceso a servicios públicos fundamentales», partiendo del reconocimiento de la población y la ponderación concreta de aquella en edad escolar. Con esta última propuesta, Andalucía persigue -en palabras de Griñán- que se tenga en cuenta un ámbito que se lleva en la región «el 30% del gasto». Aunque se mostró partidario a que se tengan en cuenta otros (envejecimiento o dispersión de la población, insularidad y hasta el bilingüismo». Los informadores interpelaron a Griñán sobre si barajaba la posibilidad de que finalmente se firme un acuerdo sin alguna comunidad autónoma, en clara alusión a la que gobierna el socialista José Montilla.

«Les recuerdo -expuso Griñán- que Cataluña firmó y apoyó un sistema hasta 2001 en el que Andalucía se había quedado fuera, pero Andalucía quiere que Cataluña no se quede fuera en el modelo de 2009». El presidente andaluz insistió en que el modelo que sea bueno para España será bueno para Andalucía. De lo que no hablaron Rodríguez Zapatero y Griñán fue de la forma en la que, finalmente, el Estado abonará los 1.204 millones de euros en concepto de deuda histórica.

Griñán fue tajante: «Los temas resueltos no se abordan y la deuda histórica es un tema resuelto, porque cobraremos el nuevo anticipo de 300 millones y porque todo el dinero se dedicará a educación, sanidad y vivienda pública y en las ocho provincias»

Sí cotejaron ideas sobre la aplicación de la Ley de Dependencia. Griñán reclamó que se prime a aquellas comunidades autónomas que realizan un mayor esfuerzo en el reconocimiento de los dependientes, como es el caso de Andalucía.