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Mariano Rajoy y Ana Mato intercambian unos papeles en presencia de Manuel Fraga, durante la reunión de la Junta Directiva. / EFE
ESPAÑA

Rajoy pide manos libres al partido para tomar decisiones sobre los implicados

Fraga reclama «firmeza» cuando se determinen las responsabilidades de los afectados por el 'caso Gürtel'

MAGIS IGLESIAS
| COLPISA. MADRIDActualizado:

A medida que avanza el procedimiento judicial del caso Gürtel, con más actuaciones que afectan al tesorero del PP, se difumina el respaldo que Luis Bárcenas tenía en su partido y Mariano Rajoy se ve en la obligación de reclamar «prudencia» antes de actuar contra los salpicados por el escándalo. Cuando ya estaba cantado que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid remitiría las actuaciones del caso al Tribunal Supremo, el líder del PP pidió manos libres a su partido para tomar las decisiones más oportunas en cada caso ante las denuncias de corrupción.

«Pido que el partido confíe en lo que hace la dirección», demandó Rajoy ante la Junta Directiva Nacional del partido, el máximo órgano entre congresos. Allí, volvió a explicar su norma de comportamiento ante los escándalos de corrupción y reivindicó la vigencia de las palabras que pronunció el 10 de marzo, cuando se sucedían las actuaciones del juez Baltasar Garzón contra el entramado del caso Gürtel. Dejó claro que su partido no se financió ilegalmente y que no recibió «ni un duro» de Francisco Correa, el empresario de la trama corrupta. Sentado este principio que ningún tribunal ha puesto en duda en todo el proceso, frenó cualquier reclamación para la exigencia de responsabilidades antes de tiempo al pedir «prudencia y serenidad» porque «no somos inquisidores».

«Defenderemos al PP, su honorabilidad y sus militantes», prometió al tiempo que defendió la presunción de inocencia de todos ellos. «Y si se demostrara que algunos han hecho cosas que no son aceptables actuaremos en consecuencia», advirtió. Algunos de los presentes apuntaron que, en esta ocasión, hizo mayor hincapié en el aviso de las consecuencias que en la defensa de los afectados. Explicaron a partir de esta interpretación que resulta previsible que Rajoy se resista a adelantarse a las circunstancias y espere a que el Supremo se pronuncie para tomar medidas.

Sin embargo, la opinión no era unánime y los dirigentes más exigentes creen que, al retrasar la adopción de medidas, Rajoy perjudica el buen nombre del partido porque parece que mira para otro lado mientras los tribunales actúan. «Lo que debería hacer el partido es personarse como acusación particular contra sus cargos corruptos», apuntó un directivo que es partidario de dar una respuesta contundente.

Ante tantas dudas que flotaban ayer sobre los asistentes a la reunión, destacó la rotunda defensa que hizo de Bárcenas su predecesor en el cargo, Álvaro Lapuerta. Se declaró «totalmente» convencido de la inocencia de quien fue su hombre de confianza durante casi dos décadas y adelantó que «le van a absolver» Restó importancia al patrimonio del senador por Cantabria y lo comparó con el suyo que, dijo, asciende a «bastante más». Precisamente, fue su desahogada situación económica la que valoró Aznar cuando le nombró tesorero tras el caso Naseiro en 1990.

Nadie como el ex tesorero puso la mano en el fuego por Bárcenas. El resto de directivos interrogados se expresaron en términos similares a los elegidos por su jefe de filas y se declararon partidarios de tomar medidas sólo cuando se demuestre la culpabilidad. El presidente fundador del PP, Manuel Fraga, fue el primero en dejar en manos del actual líder la solución porque «sabe lo que tiene que hacer». Para el veterano ex presidente de la Xunta, la cosa está clara y «sólo hay que saber cuáles son las responsabilidades y actuar después con firmeza».