Chema ofreció la azulina a la Virgen. / J. C. C.
Deportes

La patrona ya tiene su azulina

La plantilla, los técnicos y los directivos del Xerez realizaron una ofrenda floral y entregaron una camiseta del ascenso del Deportivo a la Virgen de la Merced

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Pocos son los que quedan por Jerez sin una camiseta, bufanda, bandera o pañuelo azul. La ciudad se ha teñido de azulino y, como no, la Virgen de la Merced, patrona de esta tierra jerezana, también cuenta ya con su elástica azulina, con una de las prendas más deseadas en estos días, con la camiseta del ascenso.

Y puede disfrutar de ella porque la plantilla del Xerez Club Deportivo le realizó una ofrenda doble como agradecimiento a las peticiones cumplidas esta temporada. Pedro Ríos y Jesús Mendoza le llevaron el típico ramos de flores y Chema, tercer capitán, le puso a sus pies una reluciente elástica azulina.

La expedición xerecista llegó a las inmediaciones de la Basílica con unos minutos de retraso, luciendo una nueva vestimenta de paseo (polo blanco con las iniciales del equipo y pantalón azul marino) y sin el esperado autobús del ascenso. El sofocante calor provocó el cambio de planes, y por ello jugadores, técnicos y directivos (algunos, como por ejemplo Joaquín Morales, no acudieron al acto litúrgico) aparecieron en el habitual autocar. A los aproximadamente 35º de temperatura ambientales, habría que sumarle los que los aficionados allí presentes le ofrecieron a los héroes del ascenso a medida que iban entrando en el templo. Allí ocuparon las primeras bancas y estuvieron arropados por varias decenas de aficionados, que se consideraban afortunados por haber podido acceder al interior de la Basílica -la mayoría se quedaron detrás de las valla y reclamando también un hueco junto a la Merced-.

Osma manifestó al comienzo de la ofrenda que «la fe mueve montañas, agradezco a todos aquellos aficionados que no han podido disfrutarlo en la tierra y que nos han echado una mano desde el cielo. La patrona siempre nos apoya en los momentos difíciles y por ello le doy las gracias, al igual que se las debo dar a todo los jerezanos».

Por su parte el obispo de Asidonia Jerez, José Mazuelos, expresó al club azulino su agradecimiento por haberle hecho «un obispo de Primera» y ha destacado que «el entrenador ha sabido ser un buen director de orquesta. Algo que no es nada sencillo cuando tiene entre manos a gente joven. Considero que ha sido clave haber estado unidos, haber ido en armonía todos, suplentes y titulares, así como la unión de este conjunto y que se haya luchado todos a una bajo la batuta del entrenador».

Por último se despidió con un recadito: «Espero que volváis dentro de poco porque yo no quiero dejar de ser un obispo de Primera».

La ofrenda llegó a su fin sobre las siete de la tarde, previo paso por el manto de la Virgen -Míchel fue el único que prefirió no subir, y la chiquillería de su alrededor aprovechó el momento para guardar una histórica instantánea- y con el colofón del Salve Regina.

Justo antes de que la expedición abandonara la Basílica, tanto el obispo como el padre Ismael Maroto entregaron una pequeña réplica de la Merced (por cortesía de Casa Quevedo) al capitán, al entrenador y al presidente.