Rossi supera a Lorenzo en el combate más bonito del mundo
Sensacional duelo entre los dos mejores pilotos del universo en Montmeló, con cuatro adelantamientos de infarto en la vuelta decisiva
| COLPISA. MONTMELÓ Actualizado: GuardarFabuloso, espeluznante, maravilloso, inigualable, portentoso, excepcional, apoteósico. El planeta Tierra se quedó atónito ante la exhibición de motociclismo que Valentino Rossi y Jorge Lorenzo brindaron para la historia. Compañeros de equipo, los máximos favoritos al título de la categoría reina se escaparon desde el principio en busca de demostrar quién es el rey de este deporte. Los dos se superaron siete veces en las últimas tres vueltas, para coronar una carrera de ensueño con cuatro adelantamientos en los tres kilómetros finales que el italiano sentenció gracias a un interior sobrehumano en la curva decisiva que sólo pueden ejecutar los campeones estratosféricos.
El español había advertido en la víspera que la gran pelea con su vecino de escudería tenía que llegar. El duelo se convocó en Montmeló, con 88.502 personas como testigos y dos Yamaha como armas. Jorge perdió el primer asalto. Pero dejó claro que la fábrica tiene dos campeones y sólo puede otorgarse un título. Ahora, ambos lideran el Mundial, empatados con Stoner, convidado de piedra en esta guerra ítalo-española que ha suscitado las emociones más inverosímiles.
La sala de prensa estalló en aplausos. Los 15.000 metros que rubricaron el gran premio quedan enmarcados para la leyenda de un campeonato que acaba de cumplir sesenta años. Ayer, Valentino y Jorge escribieron la última página de platino. A falta de tres pasos por meta, Rossi enseñó el colín de su máquina a Jorge después de estudiar sus movimientos a lo largo de nueve rondas al croissant de Montmeló. El español le devolvió la moneda cuando restaban dos giros, pero el líder del cotarro le sorprendió con una pasada por el exterior, sin tocar el freno, que relegó de nuevo al mallorquín a la segunda plaza. Jorge esperó a la vuelta definitiva para atacar. Doblegó a su colega en la primera curva y los dos estuvieron a puntos de rodar por los suelos.
Vale recuperó el mando con una aceleración extrema por el interior, pero la joven promesa le quitó las pegatinas en la recta posterior a meta. Lo que no esperaba el balear es que su gran adversario le respondiera en un instante. Era la táctica del diablo, que sabe más por viejo que por otra cosa. El emperador le atizó con un interior impresionante, a todo gas, que le dejó con la boca abierta y la trazada cerrada en la curva previa a la entrada hacia la recta de meta. Pocos profesionales saben hacer esas acciones que juegan con la gloria o el fracaso por milésimas, por centímetros. Sólo Rossi podía desbancar a Lorenzo en esta situación límite. Venció el poso de sabiduría. El caldo de cultivo del futuro campeón, llamado Jorge, puso la semilla de la sucesión.