
De Polinesia a la Bahía
Tras recorrer medio mundo como profesora de español, esta empresaria enseña lenguas extranjeras para aplicaciones profesionales
| CÁDIZ Actualizado: Guardar16 años de trabajo para una administración pública fue la experiencia que acumuló Leocadia Amado antes de tomar la firme decisión de convertirse en emprendedora. Formada en idiomas y educada en Francia -aunque hija de padres españoles-, pasó más de un decenio y medio como profesora de español en el sistema educativo galo. El primero fue al norte de los Pirineos. Los 15 siguientes se repartieron entre la Polinesia y la isla Reunión (en el océano Índico). Atesoradas las vivencias de este tiempo al otro lado del mundo, decidió instalarse en España y poner en marcha un proyecto empresarial.
El destino lo tuvo claro, El Puerto. Desde pequeña pasó los veranos en la Bahía. Llegó en 1999 y, de primeras, probó suerte en un terreno ajeno a su trayectoria profesional previa. Montó una agencia de ayuda a domicilio y hospitales para personas dependientes. La picaresca gaditana hizo fracasar este proyecto -los clientes dejaban de utilizar los servicios de la empresa cuando se hacían con el contacto de la persona que se ocupaba de los cuidados-. No se amilanó. Estaba decidida a vivir de su propia firma.
Cursos intensivos
Su siguiente paso fue la gestión de un servicio de au-pair. A partir de 2002, y en paralelo a su segundo proyecto, abrió la Academia de Idiomas Leo. Creció despacio pero consolidándose a cada paso. Como cualquier otro centro de este tipo, imparte las clásicas clases de lenguas extranjeras. A esto se le añaden otros servicios que no están tan extendidos. Preparan cursos intensivos en función de las necesidades del cliente. Para una feria inmobiliaria que secelebra en Inglaterra, por ejemplo, preparan a los comerciales del sector que vayan a acudir aportándoles todos los recursos lingüísticos que van a necesitar para relacionarse y cerrar negocios. Esto lo aplican de forma similar a otros sectores como el de ingeniería, el aeronáutico, la acuicultura o la medicina, por citar sólo unos pocos. Y todo ello lo ofertan para el francés, el inglés, el alemán y el ruso.
El principal objetivo que tiene la empresa en la actualidad es la obtención del sello de calidad del Instituto Cervantes. Para conseguirlo, el equipo humano de la firma trabaja concienzudamente en el desarrollo de cursos de español para extranjeros. Leocadia explica que esta distinción se ha convertido en imprescindible para cerrar tratos en las ferias de idiomas a las que acuden en Praga, Berlín y Londres, entre otras. Esta empresaria explica que para que el proyecto funcione es fundamental rodearse de un grupo de buenos profesionales como el que presume de disponer. Su espíritu emprendedor no se detiene y desde hace tres años también es la delegada en la provincia de Infort, una firma de gestión de viajes lingüísticos.