Primeras subidas últimas

La crisis económica ha desbordado a Cáritas. Dicho en otras palabras y con otro nombre: ha vuelto el Auxilio Social. Siempre conforta llamar a los mismos males con palabras distintas, para que parezcan diferentes. La benemérita institución está intentando buscar comida para los más necesitados, pero se encuentra con la dificultad de que hay más hambrientos que víveres, sin contar con los llamados «pobres vergonzantes». (Hay personas que prefieren morir de inanición a morir de vergüenza pidiendo limosna en la calle). Para paliar sus imprevisiones económicas el Gobierno ha decidido aumentar algunos impuestos. Va a subir la gasolina, o sea todo lo demás, y el tabaco, que dicen que sienta muy mal. La primera medida afectará al transporte de alimentos por carretera, pero la segunda sólo tendrá repercusión en los fumadores. Somos muchos los que ya no podremos cumplir la romántica aspiración de morir jóvenes y dejar un cadáver de buen aspecto.

Vendrán más impuestos, ya que la realidad se impone. La recuperación económica, sólo entrevista por algunos videntes, se espera para finales del 2011, si es que el paro se conforma con no escalar nuevas posiciones. Lo único que ha bajado, según los expertos de la Universidad de Essex, es «la calidad de la democracia española», que ha pasado de 6,2 a 6 pelado. Nos consideran un país «relativamente corrupto». Ventajas de viajar poco y de leer muchos informes. Si los expertos de la Universidad del Reino Unido se dieran una vuelta por aquí se verían obligados a rectificar. Quizá por eso, el Estado se ha propuesto el objetivo de gastar menos hasta que pase la mala racha que tanto han ayudado a traer. Creo que va a disminuir su presupuesto en gasolina, que tienen apestados hasta a los escoltas, y algunos altos cargos han decidido fumar menos.