Pablo Carbonell «Soy un buen partido, un tío resultón»
Actualizado: Guardar–Parece que es el único que ahora mismo está de enhorabuena.
–Sí, posiblemente, pero está justificado porque en este último año y medio he grabado un disco y he tenido un bebé. Además, en la portada del álbum aparecen mis padres que se acaban de casar.
–Vaya con los títulos de las canciones. ¿Ha estado en un campo de fresas de Lepe y su madre le ha dado un Kalimotxo?
–No, no suelo trasladar las canciones a un campo de la realidad. En el caso de la primera canción es un homenaje a Los Beatles y la segunda letra habla sobre la permisividad de los padres ante el fenómeno botellón.
–Le habrán dicho en muchas ocasiones eso de ese chico no te conviene...
–No, soy un buen partido, un chico resultón, atractivo. Nunca se han referido a mí de esa manera.
–¿Hay algo más difícil que casar el atún con el chocolate?
–¡Si es muy fácil! Incluso ya se está probando mezclar el conejo con chocolate. La gente lo flipa.
–Es mucho más fácil hacer gracias.
–No, eso sí que es difícil. Yo me complico la vida cada vez que quiero hacer o decir algo gracioso.
–Querer hacerse el gracioso y no serlo resulta cómico.
–Para mí es de las cosas que me ponen de mal humor. Yo además de hacer la gracia intento provocar, que la gente reflexione.
–Su personaje en ‘Hospital Central’ es divertido casi sin pretenderlo.
–Es cierto, es un personaje de los que abundan mucho en el mundo, sabe mucho de medicina pero poco de relaciones personales.
–Este fin de semana lo han invitado a los toros. Eso no se lleva entre los artistas.
–Me han invitado pero no iré. Yo si voy es por comprobar cómo reacciona el ser humano de manera artística ante una situación de peligro.
–Los diestros tienen muchas supersticiones, ¿usted también?
–No, ninguna, porque no soy creyente y tampoco creo en cosas mágicas.
–¿Qué sería en otra vida Pablo Carbonell?
–En una vida anterior me hubiera gustado conocer a Kepler y ser astrónomo. Y cuando sea mayor me encantaría ser pintor de cuadros de grandes dimensiones. Si hay alguien a quien admiro ahora mismo es a Tàpies y Barceló.
–¿Algún sueño más factible?
–Presentar mi nuevo disco junto a Raimundo Amador.