Rajoy, acompañado por Mayor Oreja y Aguirre, saluda a sus simpatizantes en la sede del PP en la noche de las europeas. / EFE
ESPAÑA

El 'caso Gürtel' amarga a Rajoy la victoria en los comicios europeos

Mientras el líder del PP resiste y apuntala a sus dirigentes implicados, la Justicia avanza en los asuntos de corrupción

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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Hoy se cumple una semana de la más rotunda victoria electoral del PP desde que Mariano Rajoy es su líder, pero la alegría del triunfo se verá amargada por las malas noticias que llegarán mañana para el partido opositor. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid remitirá al Supremo la causa judicial por corrupción en la que están implicados dos aforados populares: el diputado Jesús Merino y el tesorero y senador Luis Bárcenas. Es el 'caso Gürtel', que emerge de nuevo, como una pesadilla, tras la resaca de las votaciones.

Los tiempos políticos y los judiciales no coinciden. Ha pasado apenas una semana desde que los españoles hicieron caso omiso a los asuntos de corrupción que salpican al PP y votaron mayoritariamente a su favor cuando revive el sumario con los parlamentarios del partido de Rajoy acusados de cohecho y fraude fiscal.

Ahora, además de disfrutar de las mieles del éxito con celebraciones varias, el PP tendrá que afrontar las acusaciones que afectan gravemente a su tesorero mientras avanza en los preparativos de las elecciones municipales y autonómicas de 2011.

Entre sus muchos comentarios postelectorales, el líder de la oposición deslizó -en público y en privado- nuevos mensajes de apoyo a sus dirigentes afectados por la trama corrupta que investigan los tribunales superiores de Madrid y la Comunidad Valenciana. Justificó la continuidad en su puesto del tesorero aludido por las investigaciones policiales y justificó su permanencia porque ni siquiera había sido imputado por los tribunales y ninguna actuación judicial le comprometía. «No hay nada de nada», dijo en relación con las posibles irregularidades de Bárcenas.

Desde que se conocieron los primeros datos sobre el presunto cobro de dinero de la trama corrupta por parte del tesorero del PP, Mariano Rajoy salió en su defensa. Eso sí, le pidió cuentas de su patrimonio y todos los detalles de sus declaraciones fiscales pero Bárcenas justificó sus propiedades y movimientos de su contabilidad.

La solidaridad del presidente con su tesorero no obedece únicamente al hecho de que sea persona de su confianza, pues fue él mismo quien le nombró en el congreso de Valencia (2008). Sobre todo, se trata de un gesto de cierre de filas con los equipos dirigentes que le precedieron con Aznar como presidente, porque Bárcenas lleva más de 20 años encargándose de las finanzas del partido en el puesto de gerente. Mientras el caso del diputado Jesús Merino apenas tiene relevancia política en opinión de los dirigentes populares consultados, Rajoy no puede prescindir del tesorero sin contemplaciones.

Con calma

En primer término, nadie espera que el líder del partido tome una decisión drástica inmediata, ni el lunes ni cuando el Supremo asuma la causa del Gürtel, si llega a hacerlo. Sus correligionarios esperan que resista y mantenga el mismo respaldo que le prestó desde el principio a la espera de buscar una solución mientras avanzan los trámites judiciales.

Lo contrario sería una sorpresa. Un dirigente territorial apuntó la necesidad de que Rajoy busque una solución de común acuerdo con Aznar por la transcendencia del cargo de tesorero, ya que ambos compartieron sus servicios a la largo de los últimos lustros. Varios parlamentarios creen que el presidente debería pactar la renuncia con Bárcenas ante la posibilidad cierta de que el senador por Cantabria se tenga que sentar en el banquillo para responder de los cargos que se le atribuyen.

Ésta es la salida que encontró al caso que se planteó con Gerardo Galeote cuando el europarlamentario renunció a su puesto en la lista electoral a cambio de permanecer como asesor del presidente y con despacho en la sede de la calle Génova. En todo caso, los populares explican que la respuesta a la situación le corresponde adoptarla a Rajoy y nadie espera que haga nada antes de octubre.

Por el momento, no habrá apertura de expediente disciplinario para Bárcenas y Merino y ambos conservarán sus escaños, lo que obligará a tramitar los respectivos suplicatorios en el Congreso y el Senado si el Supremo decide admitir a trámite la causa.