Carlos Calvo se guardó su tanto para el día más decisivo de la historia azulina. / JUAN CARLOS CORCHADO
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Y la gloria se hizo azul y blanca

El Xerez se impone al Huesca, con goles de Moreno y Carlos Calvo, y logra por primera vez en sus casi 62 años de historia ascender a Primera División

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Y se hizo el azul. El Xerez Club Deportivo logró salir del túnel, dejó atrás las catacumbas del fútbol y saltó hacia la gloria para meter la cabeza de lleno en la máxima categoría del fútbol nacional. El Xerez es de Primera División, Jerez es de Primera, somos de Primera y no hace falta pechizcarse más, no es una ilusión, el sueño de todo el xerecismo se hizo realidad gracias a una temporada brillante que pasará a la historia. Más de veinte mil fueron los afortunados que pudieron vivirlo en primera persona, casi 200.000 los que lo disfrutaron en la calle, y miles y miles de almas azulinas las que ya se fueron, pero que lo gozaron desde el palco del cielo, desde una gloria que sesenta y dos años después se hizo azul y blanca.

Era una jornada diferente y se notó desde primera hora de mañana porque el día fue creciendo. De hecho, el encuentro nació tan triste como la tarde, gris, plomiza, pesada, ramplona, aburrida, calurosa, bochornosa. Es decir, un auténtico tostón sólo edulcorado por el marco de la historia. Los de Esteban saltaron al prado de un espectacular Chapín sin prisas, pero tampoco sin la pausa suficiente como para generar ocasiones. Calderón planteó un encuentro defensivo. No le quedaba otra que tratar de fastidiar la tarde a base de contragolpes y por ello toda la primera parte se jugó en el campo del Huesca, pero fueron minutos sin apenas peligro para la puerta de Edu, pues los xerecistas no encontraban el camino para generar ocasiones. Se echaba de menos la chispa de Momo y ninguno de los vértices del triángulo de la zona ancha era capaz de crear, dar rapidez, ni claridad al juego azulino.

La banda derecha era la que más lo intentaba con los regates de Carlos Calvo y los desdobles de Francis, pero ninguna de las aproximaciones acababa en gol. Bermejo fue el que más cerca estuvo da abrir el marcador, pero su volea, tras centro de Calvo, se fue alta a pesar de pegarle de lleno. Fue de lo poco salvable de la primera parte, pues lo mejor llegaba desde Zaragoza, donde el conjunto maño tumbaba de manera contundente al Córdoba. Esa victoria abría las puertas del cielo a un Xerez que durante muchos minutos parecía perdido, no encontraba la dirección, la escalera con la que ascender a la gloria.

Ayuda maña

En la reanudación, el Zaragoza lograba el tercero y recolocaba al cuadro azulino en Primera División. Sólo faltaba saber quién marcaría el tanto del ascenso y lo metió, posiblemente, el que más se lo merecía. Vicente Moreno, el gran capitán, se sacaba un testarazo de su alma azulina para superar con claridad al portero del Huesca tras saque de esquina. Se cumplía el final más bello de los posibles con el jugador que más veces ha defendido el escudo del Xerez llevándose el premio del gol del ascenso. Pero no sería el único, pues Carlos Calvo tendría que hacer el segundo tras la rápida respuesta del Huesca. José marcó sólo dos minutos después de Moreno, y fue entonces cuando los azulinos se volcaron en busca de la victoria que les permitiera entrar en Primera por la puerta grande. El resultado que se daba en Zaragoza colocaba al Xerez en la Liga de las Estrellas, pero tremenda temporada no se merecía un final tan plano. Carlos Calvo fue el encargado de solucionarlo. Al madrileño se le ha achacado durante todo el año su falta de gol -menos pegada que Falete se llegó a oir-, pero nadie sabía que Carlitos se guardaba el más importante para el momento clave. El madrileño la mandó al fondo de la portería y Chapín explotó pues por fin rompía el techo y aseguraba su participación por primera vez en casi sesenta y dos años entre los mejores del fútbol español, pues ayer se clavó en una de las nubes de la gloria una bandera azul y blanca.