Viaje a las tripas de un destructor

Conocer las entrañas de un barco de guerra, recorrer sus pasillos y escalinata y otear el horizonte desde la borda gris de su proa, bajo la sombra de la artillería, es una rara oportunidad y una experiencia impresionante, que traslada a quien la vive a una de aquellas clásicas películas bélicas.

La oportunidad pudieron disfrutarla ayer -y aún la podrán aprovechar hoy- más de un centenar de gaditanos en el muelle de la capital, donde permanece fondeado uno de los barcos de guerras más importantes de las Armada Española: la fragata Álvaro de Bazán, de la serie F-100, que ha organizado dos jornadas de puertas abiertas, que permitirán a los ciudadanos conocer este tipo de barco -conocido en otros países como destructor- desde sus entrañas.

La ocasión lo merecía, ya que la fragata, que tiene su base en Ferrol, es la primera vez que amarra en el muelle de la capital. Aquí permanecerá hasta mañana lunes en una escala de descanso para la dotación de 200 hombres y mujeres que la forman, que desde el pasado 16 de mayo realizan maniobras de certificación. Una especie de examen al que se somete el buque después del proceso de modernización al que se ha sometido en el último año y que lo convierte en una de las fragatas mejor dotadas de las Fuerzas Armadas.

No en vano, puede presumir, por ejemplo, de ser uno de los pocos buques de guerra que cuenta con el equipo AEGIS y el radar multifunción SPY-ID, capaz de detectar aeronaves a 600 kilómetros de distancia. Un singular sistema de combate de origen estadounidense del que disponen pocas flotas en el mundo, entre ellas, la española. Aparte de contar con uno de los sistemas informáticos más punteros (éste sí de facturación española) con el que se pilota y controla cada detalle de esta máquina de guerra desde el puente de mando, uno de los espacios incluidos en la visita. «La Álvaro de Bazán es sin duda la mejor fragata de Europa y un éxito de la industria naval española», asegura con orgullo su capitán, el comandante Íñigo de la Puente de Mora-Figueroa. Para él, la visita representa, de alguna manera, una vuelta a casa, ya que nació en La Tacita, hijo de una familia de una larga tradición naval.

«El mando de este buque es uno de los privilegios que pocos pueden tener», reconoce De la Puente, ya que como explica a pesar de «tener pocos años» -pues fue entregado a la Armada por la antigua Izar de Ferrol en 2002-, «el buque ha sido protagonista de hechos poco habituales». Entre ellos, ser el primer barco de guerra de la Armada Española que ha dado la vuelta al mundo, en el año 2006. Y haber sido el buque insignia y de mando de la Fuerza Naval Permanente de la OTAN.

Más de un centenar de gaditanos recorrieron el barco ayer, en su primera jornada de puertas abiertas, que hoy se repetirán tanto para dar a conocer desde dentro una de las joyas de las Fuerzas Armadas.