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Los iraníes colapsan las urnas

Musavi reclama la victoria al cierre de la jornada, pero los datos oficiales dan el triunfo a Ahmadineyad con casi el 68% a mitad del escrutinio

| ENVIADO ESPECIAL. TEHERÁN Actualizado: Guardar
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Colas y más colas. Los ciudadanos más veteranos sólo recordaban escenas similares en los largos años de guerra contra la vecina Irak frente las panaderías. Los iraníes colapsaron ayer las mezquitas y los colegios electorales, esperaron horas y horas -hasta cinco en ciudades como Tabriz, próxima al lugar de nacimiento de Mir-Husein Musavi- para votar en unas elecciones presidenciales con una participación «sin precedentes», según declaró Kamran Daneshjoo, responsable de la Comisión Electoral.

Desde las ocho de la mañana hasta las diez de la noche -el horario inicial de cierre estaba fijado para las seis de la tarde, pero se tuvo que ampliar- millones de personas votaron en lo que los reformistas convirtieron en un verdadero referéndum sobre Mahmud Ahmadineyad y que guarda semejanzas con lo ocurrido en 1997, cuando el 80% de los iraníes dio una victoria aplastante a Mohamed Jatamí.

Tras una campaña marcada por las manifestaciones de los seguidores de Ahmadineyad y Mir-Husein Musavi, los iraníes llegaban a esta cita divididos entre los partidarios del fundamentalismo y los aperturistas. La jornada se desarrolló sin graves incidentes, aunque los seguidores de Musavi denunciaron el bloqueo de sus sistemas de comunicación a primera hora de la mañana -sms, correos electrónicos y filtrado de sus páginas web- y el ataque con piedras y botes de humo a varias de las más de cien sedes que tienen repartidas por Teherán. Estos problemas «indican que las cosas no les van nada bien y temen incluso no llegar a la segunda vuelta», informaban desde el cuartel general reformista, donde diferentes encuestas realizadas a lo largo de la jornada daban a su candidato porcentajes superiores al 50%.

Musavi se atribuyó anoche un triunfo «a gran distancia del rival». Fuentes oficiales, sin embargo, otorgaban el 67,7% de los votos a Ahmadineyad y el 34% al candidato reformista con cerca del 47% escrutado. El responsable del Consejo de Guardianes, ayatolá Ahmad Yanati, dijo que el día se desarrolló «sin problemas» gracias al despliegue de más de 200.000 agentes.

De norte a sur

«Aquí somos de Ahmadineyad, el país no necesita grandes cambios políticos». El clérigo Morteza Abbasian votó en la mezquita de la calle Aghazade, al sur de Teherán. «Hay tanta gente como siempre porque ama al sistema y cumple con su deber, que es participar en los comicios», comentaba la responsable de la mesa, Firuz Pirlavi. El recorrido por los centros de voto en la capital ofrecía la radiografía de los dos Irán que se enfrentan en las urnas. En el sur de la ciudad, los chadores y seguidores de la línea fundamentalista. Y, según se asciende al norte, los jóvenes protagonistas de la bautizada como 'marea verde', aunque esta vez sin distintivos porque la ley electoral lo prohíbe.

«Ahmadineyad es buena persona y sirve como alcalde de Teherán, pero la presidencia ha sido demasiado para él. El futuro está en manos de los jóvenes y nosotros apostamos por Musavi», señalaba Ehsan Yousefian mientras mostraba con orgullo a todos los presentes su voto en una mesa al aire libre en el céntrico Bulevar Keshawarz, la auténtica frontera antes de adentrarse en un territorio reformista, donde cada cola era una fiesta. Su apoyo, como el de muchos, fue más de castigo a Ahmadineyad que de apoyo a Musavi. «Sólo la manipulación de votos nos puede derrotar y si esto ocurre mostraremos nuestro enfado, saldremos a la calle y entonces sí empezará una verdadera revolución», defendía Milad Ashtari, interventor de la lista de Musavi en uno de los lugares más emblemáticos de la capital, la mezquita de Ershat, lugar célebre por sus debates intelectuales y religiosos desde antes de la caída del sha.

Aunque los iraníes podían elegir entre cuatro candidatos, ni en la campaña ni en la jornada electoral se escucharon los nombres de Mehdi Kerrubi y Mohsen Rezai, dos políticos eclipsados por Ahmadineyad y Musavi. «Los resultados se conocerán veinticuatro horas después del cierre de las urnas», anunciaron los responsables de Interior. Una larga espera para saber si será necesaria o no una segunda vuelta el próximo viernes, cosa que ocurrirá si ninguno de los candidatos obtiene más del 50% de los sufragios.