Guardianes de Guantánamo conducen a un prisionero que lleva un libro. / AP
MUNDO

Estados Unidos deja libre sin cargos al preso más joven de Guantánamo

Junto a él, han sido puestas en libertad otras 15 personas declaradas inocentes

| CORRESPONSAL. NUEVA YORK Actualizado: Guardar
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Tenía 14 años cuando le detuvieron en Pakistán y le metieron en una celda de Guantánamo, donde ha pasado siete. Ayer el preso más joven de Guantánamo vio la libertad de vuelta en su país, el Chad, libre de cualquier cargo que justifique la adolescencia perdida.

La liberación de Mohammed El Gharani llegaba a la vez que la de otros quince presos que también han sido declarados inocentes. Entre ellos cuatro chinos de la etnia musulmana uighur y un iraquí que clama haber estado en el lugar y sitio equivocados. Le sucede como el preso más joven del infierno caribeño un canadiense, Omar Khadr, detenido en Afganistán cuando tenía 16 años, al borde de la muerte tras haber recibido varios disparos. El Gobierno de Bush le acusaba de lanzar una granada que los informes militares atribuía a un autor diferente. El vídeo del chaval enfundado en el uniforme naranja de Guantánamo, mientras sollozaba ante un diplomático canadiense suplicando ayuda no conmovió al gobierno conservador que le ha denegado la repatriación.

Como el niño de Guantánamo, los ughuirs se habían convertido en un símbolo de las injusticias sobre las que se eleva esa prisión de máxima seguridad. El Gobierno de George W. Bush había admitido que ni eran «combatientes enemigos» ni tenían ninguna prueba contra ellos, motivo por el que el Pentágono ordenó su liberación, reforzada el año pasado por la decisión de un tribunal federal. Sin embargo, no había donde mandarlos.

El goteo para encontrar asilo a los 22 que cayeron en las redes de Guantánamo ha sido largo. Cinco fueron entregados a Albania en mayo del año pasado. Los cuatro de ayer han corrido con mejor suerte, al aterrizar en Bermudas. «Están encantados de ser libres e intentan entender dónde están», dijo su abogada Susan Baker. «Al crecer bajo el comunismo siempre soñamos con vivir en paz y trabajar en una sociedad libre como ésta», agradeció Abdul Nasser, que tiene 32 años. La isla de Palau ha anunciado que aceptará a un número indeterminado de estos presos.

Quienes se sintieron decepcionados con esta deportación fueron los miembros de la comunidad uighur de Virginia, que se habían preparado para acogerlos. Todavía quedan 13 en Guantánamo. Sólo que la presión dentro de EE UU para que ningún preso de esa infame cárcel viva dentro del país crece en ambos partidos, demócrata y republicano.

Fuentes del Gobierno han asegurado que el presidente Barack Obama ha aparcado sus planes de trasladarlos a una prisión de máxima seguridad en EE UU. Algo que pondría en peligro los acuerdos con otros países para aceptar a parte de los presos. Como los europeos, que preguntan por qué deben de aceptar lo que EE UU no quiere.

Cuando Obama anunció el mes pasado su plan para Guantánamo dijo que la comisión que revisa los casos había dado ya luz verde para la liberación de 50 presos. Una cifra que, según 'The Washington Post', es ahora «sustancialmente más alta».