El honor del continente negro
Sudáfrica ansía que la proyección internacional de la Copa Confederaciones y el Mundial sirvan para superar la división racial
IGNACIO TYLKO, ENVIADO ESPECIAL A RUSTEMBURGO (SUDÁFRICA) Actualizado: Guardar"Se entregarán las llaves a tiempo", garantiza el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke. Sudáfrica se esmera y lucha contra el reloj para superar en la Copa Confederaciones el ensayo del Mundial de 2010, el primero que se disputa en suelo africano y que pone en juego el honor del continente negro. Un examen de fiabilidad para el país de Nelson Mandela, donde el 43% de la población vive con menos de dos dólares al día. "No podemos permitirnos el lujo de fracasar", resume el presidente del comité organizador (LOC), Danny Jordaan. "Asumimos la responsabilidad de mostrar cambios al mundo. Hoy, estamos condenados. Pero si triunfamos en la organización, nos felicitarán", enfatiza.
Los retos son enormes. Tres lustros después de la caída del 'apartheid', el fútbol se mantiene como el deporte de los negros. Confinados a los suburbios y olvidados por los inversores, dedicados al rugby porque simboliza el orgullo de los afrikaners, descendientes de los primeros pobladores europeos, los estadios han tenido que ser renovados o construidos por completo. Garantiza la organización que los cuatro recintos de la Confederaciones están listos. Aumentar tribunas, montar techos, renovar vestuarios, nivelar el césped... Una carrera loca para que den la talla el Ellis Park de Johannesburgo, donde en 1995 Mandela entregó a sus compatriotas el trofeo como campeones mundiales de rugby, y los estadios de Pretoria, Rustenburgo y Bloemfontein.
Sudáfrica ansía poder impulsar a través del fútbol la unión y cohesión entre blancos y negros. Se han impulsado campañas en las escuelas y se confía en que ambas comunidades compartan el objetivo de ver a la nación del arco iris, tal y como la bautizó el arzobispo Desmon Tutu, premio Nobel de la Paz, triunfar en el diseño y organización de eventos con vocación universal. "Hoy, la cantidad de blancos que animan a los equipos locales de fútbol es reducida, mientras que los negros se movilizan muy rara vez con motivo de un encuentro de rugby. No sé por qué la mayoría de los sudafricanos blancos no desean apoyar a nuestros equipos", reconoce el portavoz de la Asociación Sudafricana de Fútbol (SAFA), Mario Senyane. Y no es un problema de falta de afición, ya que en partidos del Manchester United contra el Kaizer Chiefs o los Orlando Pirates locales, las gradas sí estuvieron repletas de blancos.
Criminalidad
Las autoridades se esfuerzan para mantener a raya la criminalidad, una de las mayores del mundo con una tasa de 50 asesinatos diarios. "El plan de la policía y el ejército cumple con todas las exigencias", proclama la FIFA. Se han destinado 100 millones de euros para reclutar a 55.000 policías más, hasta superar los 190.000 en 2009, formar agentes especializados en control de masas y comprar videocámaras de vigilancia, helicópteros y cañones de agua.
Según André Pruis, subdirector de la policía nacional, un despliegue sin precedentes en los estadios y alrededores, en las zonas reservadas para los hinchas donde se retransmitirán partidos en pantallas gigantes. También en las carreteras, estaciones, aeropuertos, hoteles y restaurantes.