La gripe alcanza el nivel de pandemia
La OMS decreta la máxima alerta ante la imparable expansión del virus, que afecta a 28.000 personas en todo el mundo y se ha cobrado 141 vidas
| COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarAlerta máxima y global ante la gripe A, convertida ya en la primera pandemia del siglo XXI. La Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó a 6, el último, su nivel de alerta por el virus A/H1N1 declarando la pandemia. La medida fue comunicada desde Ginebra por la directora de la institución, Margaret Chan, a los Estados miembros. La OMS había reunido el jueves a su comité de urgencia en la ciudad suiza para pronunciarse ante la rápida e imparable propagación del patógeno a escala mundial. El brote ha contagiado hasta la fecha a casi 28.000 personas en todo el mundo -casi 400 en España- y causado la muerte a 141 en los 74 países afectados tras su aparición en México y Estados Unidos a finales de marzo.
«El virus no puede ser detenido», reconoció Margaret Chan en una breve comparecencia. Admitió que el A/H1N1, totalmente nuevo, se transmite entre humanos, pero insistió en que la pandemia es «moderada». «El mundo -dijo Chan- se encuentra en el inicio de la pandemia». «No esperamos un aumento dramático de los infectados», agregó la directora de la OMS, que se mostró más preocupada por el imprevisible comportamiento de un virus que infecta sobre todo a jóvenes menores de 25 años. Precisó que la OMS «no recomienda el cierre de fronteras ni restricciones al movimiento de personas, bienes y servicios».
«Queremos que se entienda muy bien que si declaramos la fase 6 de pandemia, significa que el virus se extiende y que hay contagios estables en comunidades en países de distintas regiones», matizó el director general adjunto de la OMS, Keiji Fukuda. «Eso no significa que el virus se haya hecho más grave, que la enfermedad sea más severa o que haya aumentado la tasa de mortalidad». «Se trata sólo de una medida para evitar complicaciones y efectos adversos», insistió.
Una decisión «muy difícil»
Para tomar su decisión, la OMS esperó el veredicto de los expertos y a tener pruebas «indiscutibles» de un contagio «local y sostenido» del virus, fuera de la primera región en la que se detectó la enfermedad, es decir América del Norte, criterio geográfico requerido para elevar la alerta a la fase 6. Ésta es la primera pandemia del siglo XXI y también la primera declarada por la OMS desde hace más de 40 años. La anterior tuvo lugar en 1968, una afección a escala global que se cobró más de medio millón de vidas.
Margaret Chan declaró que la decisión había sido «muy difícil», aunque había anticipado que no le temblaría el pulso a la hora de pasar al nivel 6 en el momento en el que hubiera motivos para hacerlo. Matizaba que ninguna pandemia se había detectado tan pronto ni se había seguido tan de cerca. Aunque admitió que la gripe tiene sus propias reglas y que la situación podría cambiar, reclamó calma e insistió en que no hay razones para el pánico por la declaración de pandemia. «Los países están preparados para hacerla frente» y el mundo nunca estuvo tan bien preparado afrontarla» aseguraron los altos responsables del la OMS.
La organización había reconocido esta semana que la declaración de pandemia era «inminente». Sus responsables admitieron además que si la decisión no se adoptó antes fue porque estaban «preparando al mundo» para que el paso «se entendiera correctamente».
Vacunas y mortalidad
La declaración de pandemia supondrá el inicio de la fabricación en masa de la vacuna para que sea distribuida en los 193 países que integra la OMS. La ministra española de Sanidad, Trinidad Jiménez, había adelantado que el Gobierno se encargará de negociar con los laboratorios una compra coordinada y masiva y que adelantará el dinero necesario a las comunidades autónomas. Según la ministra, todo aquel que la necesite dispondrá de la vacuna, que según su previsión estará disponible con la llegada del otoño.
Con los datos actuales, la tasa de mortalidad se sitúa por debajo del 0,1% -con la excepción de México, donde se eleva al 0,4%-, un registro muy por debajo de la mortal virulencia de la gripe de 1918, la mal llamada gripe española, y de la gripe aviar, que hace apenas unos años mató a cerca del 60% de las personas infectadas. Pero el virus podría mutar combinarse con una cepa más virulenta, abriendo el camino a escenarios muchos más pesimistas, teme la OMS.