La actriz Eva Mendes en 'Cleaner'. / LA VOZ
ED HARRIS ACTOR Y DIRECTOR ÚLTIMA PELÍCULA

«Cuanto más me dejo llevar por mis impulsos mejor es el resultado»

El actor y director norteamericano estrena el thriller 'Cleaner', con Samuel L. Jackson y Eva Mendes

| COLPISA. LOS ÁNGELES Actualizado: Guardar
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Ed Harris ha demostrado su talento y ha paseado sus famosos ojos azules en El show de Truman, Las horas, Pollock -su debut como director, tarea que repitió en el western Appaloosa-. Nominado al Oscar en cuatro ocasiones, el actor y cineasta norteamericano regresa este viernes a las carteleras españolas con Cleaner, thriller que hace dos años se proyectó en una velada especial del Festival de San Sebastián en el que tiene como compañeros a Samuel L. Jackson y a la exuberante Eva Mendes. Nacido en Englewood (Nueva Jersey) hace 58 años, Harris fue a la Universidad de Columbia, centro que abandonó para estudiar Arte Dramático. Dueño de la pantalla en cada actuación, Harris es un habitual de los dramas. «Pero también me gusta el suspense. El guión de Cleaner era muy bueno y, además, quería trabajar con Samuel L Jackson, que es uno de los mejores del cine actual y, por supuesto, con la bellísima Eva», dice.

-Hay suspense, pero esta producción contiene altas dosis de acción.

-El director -Rene Harlin- quería más acción de la habitual en este tipo de filme, pero no creo que vaya en detrimento del suspense.

-Pollock sigue siendo su referencia. ¿Le molesta que le pregunten por este creador que interpretó hace nueve años?

R: Con este personaje me siento como esos futbolistas que meten un gol en una copa del mundo y siempre tiene que hablar de esa hazaña porque es algo que jamás se olvida. Me siento muy orgulloso de haber hecho esa película, disfruté tanto que no me importa que me lo recuerden. Es un proyecto que nunca olvidaré.

-Usted ha hecho personajes reales y de ficción, ¿cuál le gusta más?

-Cuando estás en la piel de una persona real lo más importante es no juzgar, mantener la objetividad. No soy un actor que se identifica con cierto tipo de papeles, no he buscado ser devorado por un arquetipo, aunque sí me gustaría que los estudios creyeran más en mí a la hora de contratarme. Siempre trato de guiarse por mis instintos, no me gusta que mi trabajo se convierta en un ejercicio intelectual. Sí uso la cabeza para contar la historia, pero los años me han enseñado que, cuanto más me dejo llevar por mis impulsos, mejor es el resultado.

-No está sólo delante de la pantalla, también dirige, produce, edita...

-Me gusta ser artista, bucear en los proyectos que me motivan e investigar en otros campos. Sólo he dirigido dos filmes, y cuando terminé Appaloosa estaba tan cansado que decidí tomarme todo con más calma.

-Empezó en el oficio a los veintiún años, ¿qué le sedujo de este trabajo?

-Siempre he sido muy metódico, un buen estudiante al que sólo le preocupaba jugar al rugby y al baloncesto. Tuve mi primera actuación y me gustó el aplauso, aunque lo más importante fue que me di cuenta de que era una forma de entender la vida, incluso comencé a escuchar música de una forma diferente, tratando de apreciar el arte.

-Interpretar es un arte.

-Al principio, el hecho de tener una conversación con alguien que no conoces es algo intimidatorio. Me dedicaba a pintar casas, no era lo suficientemente maduro ni quería serlo, pero este trabajo me forzó a crecer y a creer en mí. Ahora es mi forma de expresión.

-Como artista, ¿con quién se identifica?

-Con todos los que tratan de ser honestos en su trabajo. No vivo aislado, tengo una familia que me da la paz que necesito para investigar, estudiar, preparar proyectos...Y cuando no trabajo, disfruto de su compañía y me olvido del arte. Mis decisiones profesionales afectan claramente a mi mujer y mi hija, a las que quiero mucho y me siento responsable si no paso mucho tiempo con ellas.

-Entonces, es su familia la que le salva de no perderse en los personajes que hace.

-Tener una familia enriquece y afecta lo que haces. Por un lado te da alas y, por otro, te las quita. Sin mi familia, no sé quién sería. Creo que estaría trabajando constantemente porque disfruto con lo que hago y me llena. Pero como la familia también me llena, pues me sirve como excusa para parar de trabajar.

-Su hija ¿seguirá sus pasos?

-Tiene quince años, sólo ha visto parte de mi trabajo. No he hecho nada, pero creo que le fascina el cine porque sus padres forman parte de esta industria -su mujer es actriz-. Nos gusta que disfrute con las películas, pero no queremos que sea lo único en su vida. Quiero hacerla entender que la interpretación nace de dentro.

-Por sus palabras, reconoce que se pierde en los personajes que encarna.

-Es un aspecto muy privado del concepto que tengo de ser actor. Me doy tiempo para explorar cualquier cosa y detalle del papel que me ha tocado. Luego, antes de rodar, me concentro escuchando música, relajando mis sentidos. Soy como un deportista ante un gran reto.

-Siempre queda algo. Usted fue músico.

-Sí. Tocaba en una orquesta y antes en la banda del colegio.