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El futuro del cambio de sexo

Los expertos creen que el futuro de estas intervenciones pasa por la búsqueda de donantes de órganos masculinos La edad del paciente influye en el número de operaciones necesarias

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Las operaciones de cambio de sexo no sólo tienen por delante el reto legislativo. En el ámbito clínico también queda un gran camino por recorrer. Este tipo de intervenciones ha evolucionado mucho en los últimos años hasta conseguir resultados bastante naturales, tal como se puso de manifiesto ayer en el Congreso de la Sociedad Española de Cirugía Plástica que celebra hoy su última jornada.

Las operaciones genitales de mujeres a hombres son las que presentan mayores complicaciones. Uno de los principales expertos es el doctor Iván Mañero, director de la Unidad de Género del Hospital Clínico de Barcelona. El especialista llegó ayer por la tarde a la capital gaditana tras participar en una cirugía de este tipo. Tal como expuso durante su ponencia, «conseguir un órgano masculino a partir del cuerpo femenino es difícil», por lo que no descarta que en el futuro la mejor opción para estas pacientes sea el trasplante.

«Técnicamente ya es posible, pero tenemos que superar una fase de comprensión social y de los propios donantes».

Mañero aclaró que una mujer que quiera ser hombre necesita menos operaciones que un hombre que quiera ser mujer porque «la testosterona es una hormona muy fuerte que conlleva ya cambios físicos, pero la operación de los genitales masculinos es mucho más compleja». El cirujano insistió en que «actualmente existe un debate social y legislativo porque ningún transexual puede operarse antes de los 18 años ni con autorización familiar, aunque se ha demostrado que cuanto más joven es el paciente, menos operaciones necesita para realizar el cambio de sexo completo».

El número de intervenciones que precisa un paciente transexual para realizar el cambio es variable y depende de muchos factores. «El más determinante es la edad, pero también la fortaleza mental de los que se someten a estos tratamientos», aseguró. De la misma forma, avanzó que en el caso de la mujeres, «frenar el desarrollo del pecho en la adolescencia evita operaciones traumáticas como la masectomía».