Alberto Foche. / ROMÁN RÍOS
Sociedad

La «poesía de ley» de Ramón Cote recoge el Unicaja

El escritor colombiano recibe el premio por su obra 'Los fuegos obligados'

| CÁDIZ Actualizado: Guardar
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«Hay libros que uno escribe y otros que lo escriben a uno. Éste corresponde, sin duda, a la primera categoría. He tardado 20 años en terminarlo». Ramón Cote (Colombia, 1963) aborda en Los fuegos obligados, el libro con el que ha logrado el XXIII Premio Unicaja de Poesía, «un puñado de temas fundamentales, de asuntos decisivos, como la infancia, el paso del tiempo, las mujeres, lo que he perdido y lo que he recuperado gracias a la palabra». Así lo explicó durante su comparacencia ayer, en Cádiz, para recoger oficialmente el galardón que le ha otrogado un jurado «de lujo», compuesto por José Manuel Caballero Bonald, Felipe Benítez Reyes, Luis García Montero, Manuel Alcántara y Jesús García Sánchez.

A Benítez Reyes le correspondió la glosa del título ganador, una obra «prodigiosa en cuanto a su capacidad de inventiva verbal, de registros variados, pero coherentes en sus propósitos estéticos; un trabajo denso, en el que late la inquietud que convierte los versos de Cote en una poesía de ley».

El poeta colombiano, además, agradeció la publicación de este libro «que se ha ido demorando, ya que el joven que empezó estos versos ya no lo es tanto cuando los ve impresos, aunque ellos alberguen la intensidad del tiempo vivido y, en cierta forma, sean el tiempo vuelto palabra». Cote explicó que Los fuegos obligados toma su título de una pulsión creativa muy personal: «Sentí la necesidad de fijar estas reflexiones, sobre todo a raíz de unos versos de Álvaro Mutis que se preguntan si toda una vida puede sostenerse al fin en momentos tan magros».

El escritor Ramón Cote, hijo de un prestigioso poeta colombiano, es licenciado en Historia del Arte por la Universidad Complutense. Aunque vivió varios años en España, actualmente reside en Bogotá. Cote ha publicado varios libros de poesía y ensayos, y es uno de los nombres más destacados de la nueva literatura colombiana. Entre sus libros se encuentran: Poemas para una fosa común (1984, 1985, 2005), Informe sobre el estado de los trenes en la antigua estación de las delicias (1991), Botella papel (1999, 2005), y la antología de poemas No todo es tuyo, olvido (2007).