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Rajoy considera inútil presentar una moción de censura por falta de apoyos
Dice que se sintió apuñalado en vísperas del congreso de Valencia y que ahora está infinitamente mejor»
| COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarLa derrota electoral del PSOE en los comicios europeos no amenaza la continuidad del Gobierno, al menos, de forma inminente. El líder de la oposición no presentará una moción de censura para sustituir a José Luis Rodríguez Zapatero porque carece de apoyos suficientes para que prospere, tal y como reconoció públicamente ayer. El presidente del PP rechaza este mecanismo parlamentario «porque se puede quedar en una operación de marketing» y teme que «no tenga ninguna utilidad», según declaró a Onda Cero. El pasado martes ante el Comité Ejecutivo ya se comprometió a utilizar en su política de oposición «los medios más útiles en cada momento». El PP no cuenta con los votos necesarios para que prospere su censura al Gobierno y si utilizase este recurso no podría volver a hacerlo en lo que resta de legislatura.
El líder del PP cree, sin embargo, que Rodríguez Zapatero no sólo ha perdido las elecciones europeas sino también la posibilidad de aumentar sus apoyos parlamentarios, por lo que exige al líder socialista que mida sus fuerzas en el Parlamento a través de una cuestión de confianza.
Los populares sostienen que las votaciones del domingo deberían tener una repercusión en la política nacional y traducirse en un cambio de política en el Gobierno. Pero el PP no espera novedades porque, como declaró Rajoy en un almuerzo mitin que celebró en Pamplona ayer, Rodríguez Zapatero todavía «no entiende» que perdió los comicios europeos y los ganó el partido opositor, informa Carlos Calvo. Además de pasar factura a los socialistas a cuenta del resultado electoral, el líder del PP aprovecha todas sus intervenciones desde el domingo para destacar el efecto balsámico que el éxito ha tenido en las filas populares. «Ahora estoy en una situación infinitamente mejor que hace un año», declaró en la misma entrevista, donde confesó que en los días previos al congreso nacional de su partido en Valencia sintió varias puñaladas de sus correligionarios a través de declaraciones poco amistosas en los medios de comunicación.
Rajoy, sin embargo, descartó la venganza y explicó que prefiere pasar página y «mirar al futuro». «La gente tiene derecho a equivocarse y rectificar», añadió tras asumir que «es más fácil perdonar que olvidar». Prefiere recordar el cierre de filas de las elecciones europeas que, a su juicio, demostraron que «el PP es un partido unido», pero tampoco quiere echar en el olvido las penurias y guerras internas que soportó después de la derrota electoral en las generales de 2008. Para demostrar que las peleas ya son agua pasada y, al mismo tiempo, exhibir su liderazgo reforzado por las urnas ha decidido conmemorar el primer aniversario del emblemático cónclave en Valencia.
Municipales
Los dirigentes populares confían en que la proximidad de las elecciones autonómicas y municipales de 2011 apuntalen la unidad interna recién recobrada. El temor a que cualquier turbulencia en sus filas influya negativamente en los comicios impedirá movimientos desestabilizadores, explican fuentes del partido. Según estos dirigentes, Rajoy tiene asegurada la tranquilidad y disciplina, al menos, hasta la celebración de los comicios en ayuntamientos y comunidades autónomas.
Antes, el PP tendrá que afrontar las importantes elecciones catalanas, previstas para el año que viene. Aunque PP catalán es el cuarto partido en esa autonomía, los comicios de 2010 pueden influir en el equilibrio de las alianzas parlamentarias del Gobierno socialista en el Congreso de los Diputados. La financiación autonómica, todavía pendiente de resolver, y el recurso que estudia el Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña son dos elementos que influirán en la política catalana en los próximos meses.
Rajoy confirmó que su partido mantendrá el recurso y denunció el retraso en los trabajos del Tribunal Constitucional. «Hace tiempo que teníamos que tener la sentencia», denunció. «Me parece bastante poco serio», dijo Rajoy, quien añadió que «tres años es demasiado tiempo».