Un círculo de amigos, implicado

Entre los veinte imputados por haber participado supuestamente de una trama de facturación falsa hay nombres que también constan en el caso Karlos. Carretero, al que siempre se le ha considerado cerebro de ambas tramas, no es el único que se enfrenta a una doble acusación; lo que viene a confirmar que el ex funcionario municipal se sirvió en ambos negocios de su personal de confianza.

Tal es el caso de Elisa C. G., secretaria personal y ex amante de Carretero. Esta joven está imputada en estas diligencias y acusada en la operación Karlos, por la que podría ser condenada a ocho años de prisión que solicita la Seguridad Social. En la misma situación está la ex cuñada del antiguo policía, Pilar B. R., a quien le pide la Fiscalía hasta cuatro años y medios de cárcel por colaborar en la obtención de pensiones.

Otra de las personas del círculo de Carretero que están implicadas en ambos procesos es Salvador M. V., quien fue utilizado como testaferro en las empresas fantasma.

La Agencia Tributaria estimó en su día que la red de empresas fantasma pudo defraudar a Hacienda más de 60 millones de euros. Precisamente la abultada facturación de la primera sociedad investigada fue el hilo del que tiraron los agentes de la Agencia Tributaria. Esa empresa, Carla Javini S. L., le debe su nombre a los dos hijos de Carretero (Carla y Javier), según se puede leer en las diligencias. Se constituyó en 2001 y por esas fechas el ex policía sólo constaba como representante, aunque con muchos poderes, ya que era la única firma autorizada para acceder a las cuentas de la firma. Su apoderado, Vicente G. G. y su administrador, Francisco G. G. están también imputados.