Estudiar en un supermercado en oferta

Los exámenes finales en colegios, institutos o universidades, y las pruebas de Selectividad incrementan durante estas fechas el número de estudiantes en las salas de estudio de al ciudad. Las quejas no se han hecho esperar cuando la ciudad se ve sobrepasada en esta época de exámenes al tener sólo una sola biblioteca abierta al público. Y es que las obras en la Casa de la Cultura han dejado a disposición de colegiales, universitarios, y opositores como única opción la biblioteca pública Escritor Luis Berenguer.

Esto ha propiciado que en las horas de apertura la puerta tenga el mismo aspecto que el de «un hipermercado en oferta», como lo describía Fabián García, un estudiante de Ingeniería, que asegura tener que acudir media hora antes para poder coger sitio. Las colas son la tónica habitual a las ocho de la mañana y a las cinco de la tarde.

«Si no venimos temprano nos quedamos sin sitio y además nos gusta ponernos todos los compañeros juntos para pasarnos los esquemas y algunos apuntes», cuenta Mercedes Sanz, estudiante del Instituto Bahía. La falta de espacio es palpable al recorrer las tres plantas de la biblioteca. Ni un sólo hueco libre. «El otro día vine a estudiar porque tenía un examen al día siguiente y aquí me olvido de los problemas de casa, y estaba cerrado y no ponía ni un sólo cartel en la puerta, estuve más de una hora esperando y después me enteré que era el día de los funcionarios y no lo habían dicho, hay una gran descoordinación», explica Marta Sánchez.