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Sociedad

Condiciones asumibles

Las reformas mayores están en el edificio de contención, la protección ante la radiactividad y la piscina para residuos

CÉSAR COCA
Actualizado:

Las condiciones impuestas por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a la central de Santa María de Garoña como requisito para la prórroga por diez años de su licencia son de importancia sólo relativa, según los diferentes especialistas consultados por este periódico. Esas actuaciones, una docena en total, afectan en especial a tres aspectos: las medidas de radioprotección para trabajadores e instalaciones, la mejora de la seguridad en el edificio de contención y la ampliación de la piscina para residuos.

Garoña es una planta nuclear de primera generación y de un tipo (BWR, agua en ebullición) que ha sido abandonado por la industria desde hace un par de décadas. Sin embargo, el CSN considera relevante que las tres centrales estadounidenses (Dresden 2, Oyster Creek y Monticello) cuyo diseño le sirvió de referencia, hayan recibido sendas autorizaciones para operar hasta el momento en que cumplan 60 años. La planta burgalesa entró en explotación en mayo de 1971.

Algunas de las condiciones impuestas a Garoña se deben a la modificación del reglamento que afecta a todas las instalaciones de este tipo, aunque sean más modernas. Otras, en cambio, son instrucciones específicas para la planta.

EDIFICIO DE CONTENCIÓN

Sistema para gases radiactivos y nuevo aislamiento eléctrico

Las obras de mayor calado que Garoña deberá acometer -siempre en el supuesto de que el Gobierno finalmente renueve la licencia- tienen como objetivo principal mejorar la seguridad en el edificio de contención. Son cambios de diseño que requieren la instalación de un nuevo sistema de tratamiento de gases radiactivos y una modificación en los equipos y los circuitos eléctricos, de manera que se cumpla la nueva normativa sobre distancia entre ellos.

Los especialistas consultados destacaron que estas medidas, junto a la mejora de la protección contra incendios y de los grupos de aislamiento de las penetraciones de la contención, son las que requerirán de operaciones más complejas. De hecho, todas ellas precisan de la autorización del CSN, bien desde el mismo proyecto, bien en el momento de su puesta en marcha. Sin embargo, la central no deberá detenerse para realizar esas obras, dado que el Consejo señala expresamente que se realicen los trabajos durante las paradas para recarga de los años 2011 y 2013.

PROTECCIÓN Y CONTROL

Mayor vigilancia de los niveles de radiación y pruebas con generadores

Las medidas de radioprotección incluyen una vigilancia mayor de los niveles de radiación en la planta, un análisis exhaustivo de la tendencia en la evolución de los mismos y la realización de algunos trabajos de descontaminación en áreas concretas de la instalación.

Los responsables de la central deben adoptar también medidas de menor calado referidas a la reubicación de las botellas de gas argón y metano y revisar que los trabajos realizados desde 2003 no hayan supuesto una merma en la seguridad ante la eventualidad de un movimiento sísmico. Esta última circunstancia es siempre una de las grandes preocupaciones de los organismos encargados de velar por la seguridad.

El Consejo plantea también algunas instrucciones técnicas complementarias, que las fuentes consultadas consideran prácticamente rutinarias. Las más relevantes son la realización de una prueba de funcionamiento prolongado de los generadores diesel de emergencia, la continuación del plan de revisión de soldaduras de acero inoxidable y diversas mejoras en la instrumentación.

ALMACENAMIENTO DE RESIDUOS

Ampliación de la piscina

Garoña deberá adoptar a medio plazo otra medida relevante. Como los responsables de la central reconocen en el informe presentado para tramitar la solicitud de prórroga de la licencia, la capacidad de almacenamiento de los residuos nucleares generados por la planta sólo alcanza hasta la recarga de 2015. El CSN requiere a los propietarios de la central para que presenten la solicitud de ampliación de la piscina con una antelación mínima de 18 meses sobre la fecha en que se complete su capacidad actual.