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Kaká, un evangelista del fútbol

Además de ser un brasileño atípico, criado fuera de las 'favelas', cada gol que marca se lo dedica a Dios, reconoce rezar y leer la Biblia muy a menudo

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Kaká (Brasilia, 22-04-1982), considerado por su elegancia como jugador todo un "galán" del fútbol y, en palabras de Berlusconi, como "el yerno que todas las madres quisieran tener", es un futbolista brasileño casi atípico; prácticamente europeo, poco dado a las "bicicletas" y a los "gambeteos". A diferencia de otros jugadores que vieron en el balón la única forma de huir de la pobreza, Kaká nació y creció en una familia acomodada, en un barrio exclusivo de Brasilia, alejado de las "favelas". No pasó hambre ni miseria; al contrario, tuvo prácticamente cuanto deseaba. Y uno de sus grandes deseos fue el fútbol, como no podía ser menos en un país donde el balompié es casi una religión.

Quizás por esa falta de "necesidad", su fútbol ganó unas características más europeas que brasileñas. Se asemeja, por ejemplo, al de Johan Cruyff;de técnica exquisita, es elegante, de zancada larga, creación, cambio de ritmo, mirada siempre alta. También tiene buena conexión con el gol: marcó esta temporada 16 tantos ligueros, nueve menos que el máximo anotador del "calcio", el sueco Zlatan Ibrahimovic (Inter), pese a estar parado varias jornadas por lesiones. Sus virtudes de media punta europea, de arrancar desde el centro del campo de forma imparable, brillaron en el Sao Paulo y antes de cumplir los 20 años ya fue nombrado mejor jugador del campeonato.

Palmarés de campeón

Fue a la selección absoluta con veinte años y estuvo en la Copa del Mundo de 2002. La conquistó Brasil, pero él apenas tuvo presencia en el terreno de juego. Sin embargo, ya había llamado la atención de los "grandes" de Europa, sobre todo al Real Madrid y al Milan. Los rumores sobre su fichaje por el Madrid se incrementaron en febrero de 2003 y poco antes del verano de 2003 pudo haber sido jugador blanco, pero su fichaje no cuajó pese a que su padre y apoderado, Bosco Leite, llegó a negociar con Florentino Pérez, en su primer mandato como presidente blanco (2000-2006). Todo parecía cerrado, pero la secretaría técnica deportiva del Madrid, que dirigía Jorge Valdano, consideró que era prematuro pagar casi 8 millones de dólares por su fichaje y dijo al padre de Kaká que prefería esperar unos meses.

Cuando el Milan se enteró, por medio del ex jugador brasileño Leonardo (recién nombrado entrenador milanista), ofreció 8,5 millones de dólares y, el 16 de agosto, Kaká se vestía de rojinegro. Como después confesó Valdano, no haber cerrado el contrato con Kaká fue su mayor error como director deportivo. Ahora, ya como director general del club, ha sido su primer fichaje. Kaká debutó en la Liga italiana el 1 de septiembre de 2003 y empezó pronto a deslumbrar. Su primera temporada se saldó con números notables: 30 partidos (10 goles), 4 de Copa Italia y 11 de Liga de Campeones de Europa (4 tantos). En 2004, el Milan ganó el campeonato liguero y la Supercopa Italiana.

Virgen hasta el matrimonio

Su primer gol liguero italiano llegó el 5 de octubre 2003, en el derbi ante el Inter ganado a domicilio (1-3). El primer tanto en la Liga de Campeones lo consiguió el Brujas, el 4 de noviembre de 2003. Ha ganado una Liga de Campeones (2006-07) y una Supercopa Europea (2007). En medio, se ha hecho imprescindible también en la selección brasileña, pese a no destacar en la Copa del Mundo 2006. Kaká , además de no ser típicamente brasileño futbolísticamente, tampoco lo es en la vida cotidiana: no le gusta salir de casa, ir a discotecas o fiestas, no bebe y su esposa (también de acomodada familia) es su novia de toda la vida, a la que conoció teniendo ella catorce años.

En junio de 2007, confesó a la revista "Vanity Fair" que su mujer Caroline Celico y él decidieron llegar vírgenes al matrimonio pues su sentimiento religioso así lo exigía. En junio de 2008, nació su primer hijo, Luca. La religión ocupa un lugar importante en su vida. Tanto que cada gol que marca se lo dedica a Dios, reconoce rezar y leer la Biblia muy a menudo y ha mostrado su deseo de ser pastor protestante tras "colgar las botas". En la última temporada, las lesiones limitaron su rendimiento, aunque contribuyó a que el Milan se clasificara para la Liga de Campeones como tercero. En junio de 2008, fue operado de la rodilla izquierda, lesión de la que recayó en septiembre. Otra lesión en el pie izquierdo le mantuvo alejado de la actividad en febrero y marzo de este año.