Error detenido
Actualizado: GuardarLa detención del albanés Astrit Bushi, el presunto cabecilla de la banda que atacó brutalmente a José Luis Moreno en su chalé madrileño, ha zanjado por fortuna el despropósito que había permitido a un delincuente con un historial muy peligroso quedar en libertad y refugiarse en su país. Que el arresto haya sido fruto de la colaboración entre las autoridades locales y la Guardia Civil debería abrir la vía para intensificar la cooperación entre ambos estados, con todas las limitaciones que ésta pueda tener, para combatir el crimen organizado. Junto a ello, sólo cabe congratularse de que Bushi haya sido capturado dos meses después de que quedara en la calle por un error que puso al descubierto descoordinación en el entramado policial, judicial y penitenciario que debía velar por su correcta custodia. La confusión que aún rodea ese fallo exige aclaraciones más allá del arresto del sospechoso.