Aceite y vino color de rosa
Actualizado:La caída de los precios del aceite ha sido una constante desde el comienzo de la campaña de comercialización 2008-2009.
Una tendencia que al final ha sido aceptada por la Comisión, que ha aprobado la apertura de ayudas al almacenamiento privado por un periodo de 180 días, con un volumen máximo de 110.000 toneladas.
En opinión del sector este mecanismo ha tardado mucho en ponerse en marcha, y eso a pesar de la continua bajada de precios que existe.
Esta circunstancia se debe a que los precios de referencia para poder activar el almacenamiento se fijaron hace ya diez años y no se han actualizado, esto es lo que ha aumentado de forma considerable su umbral de referencia; es decir, que ha bajado el precio real de activación.
Se trata de una medida necesaria que solo por su anuncio ha tenido un efecto positivo en las cotizaciones del aceite. A esto hay que añadir una disminución de la oferta con una demanda más alegre.
Mejora la situación, pero todavía no es color de rosa, algo que sí sucede con los vinos obtenidos por mezclas de tintos y blancos. Continúa el goteo de organizaciones que manifiestan su disconformidad con la Comisión.
Para mejorar la calidad de estos vinos, las bodegas y los viticultores han realizado importantes esfuerzos e inversiones. Poder comprar un vino rosado obtenido por mezcla es un engaño para el consumidor, aunque en la etiqueta se especifique obtenido por mezcla.
En primer lugar, porque no es un vino rosado, como mucho, una mezcla rosada de vinos. En segundo lugar, porque el consumidor lleva años comprando un producto que ahora cambia, solo con una pequeña aclaración de etiqueta, pero sin modificar el nombre; de todos es conocido el tiempo que dedica el consumidor a leer una etiqueta.
En definitiva, una chapuza que va en contra de los principios de calidad.
Claro, que siendo positivos, también se podría disparar el reducido mercado de la horchata mezclándola con leche; al fin y al cabo, son del mismo color y, por tanto, seguiría siendo horchata.