Achicharrado en el infierno azul
El Xerez cayó derrotado en el Heliodoro Rodríguez López y alargó una semana más la agonía por lograr el ascenso matemático
| ENVIADO ESPECIAL A TENERIFEActualizado:El ascenso tendrá que esperar una semana más. Se alarga otra vez una agonía que ya agota, que cansa, que está convirtiendo el sueño en pesadilla pues el Xerez puede acabar trastornado, desquiciado por ver como tiene el sueño de toda una vida justo en sus narices y no es capaz de hacer un simple gesto con la mano y alcanzarlo, agarrarlo bien fuerte y poder soltar toda la tensión y la euforia contenida.
Y no pudo ser porque el Xerez cayó derrotado en el Heliodoro Rodríguez López ante un gran Tenerife que, además, convirtió su estadio en un auténtico infierno azul y blanco en contra del cuadro xerecista. No fue malo el partido que realizaron los hombres de Esteban Vigo, pero sí peor que el cuadro de Oltra.
Los chicharreros se adelantaron en el marcador, se quedaron con un jugador menos y, aún así, tuvieron la capacidad de frenar todos los argumentos del Deportivo. Cuando no llegaron, se aliaron con la diosa fortuna, que ayer desviaba todos y cada unos de los intentos xerecistas.
Esteban y sus hombres necesitaban un único punto, sólo un pequeño paso, pero había que darlo desde el infierno. A esa caldera llamada Heliodoro Rodríguez López, Esteban salió con su once de gala, con una alineación que quería entrar en la historia del Xerez Club Deportivo: Chema cubrió la portería una semana más; por delante del guardameta una línea formada por Mendoza, Aythami, Martí Crespí y Francis; en la zona ancha se plantó el triángulo conformado por Vicente Moreno, Álex Bergantiños y Abel Gómez -quizás demasiado lejos del punta-; Momo lo intentó por la izquierda y Carlos Calvo probó por la derecha; y cerrando, en punta, un Mario Bermejo que pocas veces pudo dejar de jugar de espaldas a la portería de Aragoneses.
Un partido, por fases
El Tenerife no pudo arrollar de inicio. Saltó al prado del Heliodoro con una marcha más que los de Esteban Vigo, pero el cuarto de hora inicial se esfumó sin dueño, ni control, ni posesión, ni llegadas. El primero de los disparos a puerta cayó en la portería que defendía Aragoneses, pero éste ni tan siquiera tuvo que rozar el lanzamiento de Momo, pues salió por la línea de fondo sin fuerza ni puntería.
Esa llegada sólo sirvió para hacer reaccionar a un Tenerife que proyectó su inercia hacia sus estrellas. Nino se puso el traje de los grandes asistentes para meter un pase en profundidad perfecto hacia Alfaro. Aythami rozó esa bola pero no alcanzó más que a dejársela en bandeja al delantero sevillista, que superó a Chema con una bonita vaselina con la que el Tenerife se adelantaba y sacaba al Xerez de la Primera División.
En sólo cinco minutos Richi pudo dejar sentenciado el encuentro, pero Martí Crespí impidió a duras penas que el cuero cruzara la línea de meta xerecista cuando los chicharreros ya cantaban el segundo de la tarde. Fueron los peores momentos del Deportivo, que nervioso e impreciso era incapaz de salir de su campo. El Tenerife apretaba hasta el extremo que Francis y Moreno estuvieron cerca de marcar en propia puerta. El barbateño ajustó un despeje a saque de esquina que se marchó muy cerca de la portería xerecista. Y tras el córner, otro mal rechace de Vicente Moreno exigió una estirada de Chema, que tuvo que meter la mano para que el cuero no acabara en el fondo de su portería.
Fueron todas éstas jugadas encadenadas que culminaron con una entrada criminal sobre Carlos Calvo. El madrileño arrancó casi desde su área para montar una contra solitaria que asesinó Ricardo con una entrada de roja directa. Iglesias Villanueva no dudó en expulsar el medio centro del Tenerife tras un amago de tangana (con Francis y el árbitro por los suelos).
Oltra tuvo que recomponer y retrasó a Alfaro hasta la zona de creación, algo que permitió tomar un poco de aire al triángulo azulino. Y es que la maquinaria ofensiva prácticamente no funcionó durante la primera parte porque existían demasiados espacios entre Bermejo y el resto de centrocampistas. Los pocos acercamientos se repartieron entre Bergantiños y Francis. El barbateño fue claramente derribado dentro del área sin que Iglesias Villanueva pitara nada, y el gallego tuvo una pelota franca para empatar, pero tardó en reaccionar y se quedó sin ángulo.
El Tenerife ni mucho menos renunció al ataque, pues Alfaro volvió a tener el segundo tras una rápida contra y Chema, minutos después, tuvo que hacer un paradón en un mano a mano con Nino. Pero tras la reanudación cambió radicalmente el escenario de un partido que pasó a jugarse en el campo del Tenerife. En los quince primeros minutos los azulinos fabricaron cinco ocasiones muy claras. Carlos Calvo, Bermejo, Moreno, por dos veces, y Momo asustaron a la hinchada chicharrera, pero unas veces Aragoneses y otras la falta de puntería y de fortuna aparecían para mantener la ventaja del Tenerife en el marcador.
Los locales defendían como podían sabiendo que tarde o temprano el Xerez arriesgaría demasiado y podría matar el partido. Ese momento llegó al filo del cuarenta, cuando Abel regaló un balón a Nino. El delantero sólo tuvo que superar a Chema para hacer saltar por los aires al Heliodoro Rodríguez López y posponer una semana más el sueño del Xerez Club Deportivo. Otra vez, habrá que esperar.