JUAN VALDERRAMA CANTANTE

«Una cosa está clara: por tu padre no te compran discos»

«Si no fuera músico, me veo en un Fórmula 1 cantando 'El emigrante'», ironiza el artista, que mezcla arreglos actuales con el folclore popular en su nuevo trabajo

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De pequeño quiso ser piloto de carreras, pero sus padres le quitaron esa idea de la cabeza. De adolescente se decidió por el Periodismo, pero no se sentía completo. Ya en la juventud se lanzó a la que de verdad era su vocación: ser artista. Lo lleva en los genes. Orgulloso hijo de Juanito Valderrama y Dolores Abril, Juan Valderrama se consolida en la música con su cuarto disco, Moderna tradición, en el que combina folclore popular con arreglos actuales y ritmos orientales.

-'Moderna tradición' es el título de su nuevo álbum, ¿le gustan los juegos de palabras?

-Me gustan, pero es que además en este caso creo que le viene al pelo: es un disco que se basa en el folclore popular, el de toda la vida, pero con arreglos actuales. Ahí es donde me muevo con soltura.

-¿Es posible ser moderno y gustar a los tradicionales?

-Creo que sí. Se puede mantener un equilibrio entre los dos mundos. No habría tradición si alguien no hubiera innovado antes. Y se puede siempre y cuando tengas los conocimientos de la tradición necesarios. Lo que no se puede es innovar por innovar sin tener respeto por la tradición.

-Ha apostado por combinar ritmos orientales con el flamenco, ¿ha sido un atrevimiento?

-No lo veo así. El flamenco es heredero de la tradición árabe de hacer música, son primos hermanos en cuanto a tonalidades, ritmos, armonías...

Cambio

-Ha comentado que es una ruptura con sus anteriores trabajos, ¿qué le ha pasado en estos tres años?

-Lo único que pasa es que uno no va a estar haciendo lo mismo siempre. Para mí la postura cómoda sería meterme en un estudio con los músicos de siempre y los productores de siempre y seguir ese camino... Pero es que me aburro. Me aburren los artistas que están siempre con el mismo disco. Y no quería que me pasara eso a mí.

-En la carátula del disco se lee en letras grandes 'Valderrama'. No esconde su apellido...

-Muchos intentan huir de su destino, pero no se puede. Si lo intentara negar sería un desagradecido, porque ser hijo de Juanito Valderrama y Dolores Abril es un orgullo. ¿Para qué huir si mis padres han dejado una huella de cariño enorme en la gente? Yo soy Valderrama, en el colegio me llamaban Valderrama... ¿por qué me iba a poner Periquillo de los Palotes?

-¿Le pesa que le recuerden constantemente que es el 'hijo de'?

-Qué va. Es un orgullo. Cuando dicen Mira, ahí va el hijo de Juanito Valderrama, yo me inflo porque, de alguna manera, le recuerdan viéndome a mí. Luego vienen las comparaciones y ahí siempre voy a salir perdiendo, porque es como pintar y ser hijo de Picasso: ya puedes pintar bien que da igual. Me ha tocado para lo bueno y para lo malo, porque también me ha abierto muchas puertas de antemano ser hijo de mi padre, con lo cual hay que estar a las duras y a las maduras.

-¿Cree que habrá gente que le critique por usar su apellido?

-Yo no lo he sentido porque hay una cosa que está clara: por tu padre no te compran disco. El cariño a ellos no vende, la gente compra aquello que le gusta. Eso es una criba, una selección natural. Si yo voy por un cuarto disco es porque hay un público al que le gusta lo que hago, y gracias a él puedo seguir. Ellos saben que soy el hijo de mi padre, pero no por eso me siguen. Tampoco yo he ido poniéndome un sombrero e intentando imitar a mi padre, sería estúpido.

-En este disco incluye un homenaje a su padre y a su madre...

-Siempre les hago cosas. No canto sus canciones directamente, porque eso no me gusta, pero sí que me acuerdo de ellos. Yo tengo en el estudio cosas que me dejó mi padre grabadas para que cantáramos juntos en el futuro, y las voy a ir sacando con cuentagotas. Y a mi madre le debía una canción. Cenando con Sabina una noche me dijo: Tú lo que tienes es que hacerle una canción a tu madre, que es la que tiene romanticismo por estar siempre a la sombra, siempre detrás del genio. Y tenía razón.

Vocación tardía

-No ha sido nada fácil su papel...

-Claro, y además siendo ella artista. Ella pudo navegar en solitario y en América tuvo muchísimo más éxito que mi padre. Pudo convertirse en una estrella pero prefirió volverse con Juanito Valderrama para ser la mujer de.

-Lo suyo con la música fue una vocación tardía, ¿se resistió a seguir el camino de su padre?

-Claro. Yo intenté huir todo lo que pude, pero me moría por cantar. Lo que pasa es que me daba pánico, y ya he podido superarlo.

-¿Pánico al escenario o a no estar a la altura?

-A todo: pánico al escenario y, después, pánico a las comparaciones, a no estar a la altura. Me las ingenié y estudié Periodismo para estar cerca de lo que a mí me gustaba pero sin dar la cara... Y luego llega la cruda realidad: que lo que te hace feliz es lo que más miedo te da. Hay un momento en la vida en el que hay que dar un paso y lo di. Tuve el apoyo de mi familia, vi que mi padre realmente creía en mí y eso me sirvió de empujón para atreverme y afrontar que me gustaba cantar y que era el hijo de Juanito Valderrama y Dolores Abril, pero ¿qué culpa tengo yo?

-Su gran afición desde niño eran los coches, ¿la mantiene?

-Sí, yo iba para pilotito de moto, de coche, de lo que me dieran. Esa ha sido siempre mi pasión, y la sigo manteniendo, lo que pasa es que la he convertido en mi hobby.

-¿Y qué pensaban sus padres?

-Se espeluznaban. Decían Este chiquillo está majareta. A lo mejor si me hubieran ayudado no sería cantante, sería corredor de algo. Me veo en un Fórmula 1 cantando El emigrante (Risas).