Obama saluda a un grupo de veteranos del desembarco que acudieron a la ceremonia en Normandía. / AP
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Barack Obama recuerda en Francia a los «valientes» de Normandía

El presidente de EE UU rinde tributo a los héroes del desembarco aliado que con su «generosidad cambiaron el curso de todo un siglo»

| CORRESPONSAL. PARÍS Actualizado: Guardar
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«No debemos olvidar». En los escenarios del desembarco de Normandía, Barack Obama lanzó ayer un vibrante llamamiento a conservar la memoria histórica de la victoria sobre el nazismo. El presidente de Estados Unidos intervino en los actos conmemorativos del 65º aniversario del Día D en el cementerio americano de Colleville-sur-Mer, donde yacen 9.387 soldados fallecidos en la II Guerra Mundial. En la celebración también participaron el presidente francés, Nicolas Sarkozy; el primer ministro británico, Gordon Brown; el jefe de Gobierno canadiense, Stephen Harper, y el príncipe Carlos de Inglaterra.

«Amigos y veteranos, lo que no podemos olvidar, lo que no debemos olvidar, es que el desembarco fue un momento y un lugar en los que la valentía y la generosidad de algunos permitieron cambiar el curso de todo un siglo», proclamó el presidente de Estados Unidos en el cementerio militar que domina la playa de Omaha Beach, rebautizada 'Obama Beach' por Gordon Brown en su discurso en un lapsus revelador de sus cuitas políticas. «No podíamos saberlo entonces, pero muchos de los avances que iban a forjar el siglo XX, a ambos lados del Atlántico, vienen de esa batalla por un trozo de playa de sólo nueve kilómetros de largo y tres de ancho», agregó antes de enumerar «el Plan Marshall, la OTAN, la prosperidad y la seguridad compartidas».

El abuelo

El presidente Obama enfatizó que el desembarco de la tropas aliadas en las playas de Normandía, a partir del 6 de junio de 1944, cambió el curso de la Segunda Guerra Mundial y permitió liberar Europa occidental del yugo de la Alemania nazi. «Si los aliados hubiesen fracasado aquí, la ocupación de este continente por Hitler habría podido proseguir indefinidamente», subrayó junto al camposanto con miles de cruces blancas alineadas sobre la hierba en el que reposan los restos de los combatientes en los que el cineasta Steven Spielberg se inspiró para realizar la película 'Salvad al soldado Ryan'. El actor Tom Hanks, uno de sus intérpretes, figuró entre los más de 9.000 invitados.

Minutos antes, Sarkozy había honrado la memoria del abuelo materno de Obama, Stanely Dunham, fallecido en 1992, que a los 26 años, con el rango de sargento, desembarcó en Normandía seis semanas después del Día D en una unidad de apoyo logístico. También saludó el ejemplo de dos de sus tíos abuelos, movilizados en Europa durante la contienda. Uno de ellos, Charles Payne, que participó en la liberación de los campos de concentración en Alemania, estaba presente en la tribuna oficial.

«Para todos los franceses, usted es dos veces, por su función y por la sangre que corre por sus venas, el símbolo de los Estados Unidos que amamos, que defienden los valores morales, que luchan por la libertad, la democracia y los derechos humanos. De los Estados Unidos abiertos, generosos y tolerantes», clamó el presidente francés más atlantista, artífice del reciente regreso de su país al mando integrado de la OTAN.

Agradecimiento

En un cementerio de soberanía estadounidense, concesión perpetua de Francia a los soldados caídos por su liberación, Sarkozy rindió solemne homenaje en nombre de su país a los combatientes que derramaron su sangre en Normandía. «No les olvidaremos. Lucharon por una causa que sabían que era más grande que su propia vida. Ninguno reculó. Francia no lo olvidará», aseveró.

Nicolas Sarkozy impuso la insignia de Oficial de la Legión de Honor a cuatro veteranos de la contienda -un francés, un canadiense, un británico y un estadounidense- en presencia de 200 supervivientes del día más largo. Uno de ellos falleció de noche la víspera tras haber viajado a Colville para asistir a la ceremonia. Tras una ofrenda floral y un minuto de silencio en memoria de los soldados desaparecidos, fue disparada una salva de honor con 21 cañonazos antes de que un desfile aéreo pusiera colofón a los actos conmemorativos del Día D.

Las primeras damas Michelle Obama y Carla Bruni-Sarkozy, foco de atención de muchas miradas, ayudaron a algunos de los más ancianos veteranos a tomar asiento entre el público.

Los dos matrimonios presidenciales llegaron a Colleville en helicóptero tras haber compartido un almuerzo instuticional en Caen.