MÁS FÚTBOL

El Betis, el siguiente en sufrir el largo destierro de Segunda

| COLPISA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El fantasma de Segunda recorre los campos de Primera cada año con su reluciente guadaña en busca de víctimas. Normalmente se conforma con equipos débiles, presas fáciles de capturar: recién ascendidos de escaso presupuesto y sin palmarés. Sin embargo, a veces, se encapricha de una pieza de caza mayor para desconcierto del orbe futbolístico. Este año ha visitado Los Pajaritos, el Nuevo Colombino, y en un afán de espectacularidad, el Ruiz de Lopera, sembrando media Sevilla de lágrimas. Caer al pozo de plata es una condena indefinida. El destierro puede prolongarse durante décadas desvirtuando la personalidad del condenado.

La dureza del castigo no termina con la pérdida de la categoría. Se prolonga con la indeterminada estancia en la división de plata. El peso de cargar con la cruz del descenso lo han soportado numerosos equipos. De hecho, salvo tres -Real Madrid, Barcelona y Athletic-, los demás han purgado sus culpas alguna vez en Segunda. El más afamado fue el añito en el infierno -que resultaron ser dos- del Atlético de Madrid. Los 'colchoneros' descendieron en la campaña 1999-2000 cuando contaban con una plantilla de estrellas encabezadas por Hasselbaink. Fue una temporada extraña en la que también descendieron Sevilla y Betis. La afición rojiblanca demostró su fidelidad y aumentó el número de abonados. Todos querían creer que se trataba de un espejismo. La realidad fue distinta.

La Segunda División es un campeonato durísimo. Recuperar el cielo de Primera es una gesta ímproba y costosa. La Real Sociedad descendió hace dos temporadas (2006-07) tras cuarenta años consecutivos en la élite del fútbol. Una vez más, la crudeza de la división de plata obligará al conjunto donostiarra a purgar su tercer año en el averno. El Celta es otro de los equipos con historia a sus espaldas que está cerca de Segunda B. El Sporting estuvo una década, el Dépor 18 años, el Racing seis...

Hay excepciones. El Sevilla descendió en 2000 y recuperó la categoría al año siguiente. El Zaragoza hizo lo propio en 2003 y está cerca de repetirlo en esta campaña. También hay casos en que el descenso ha supuesto la práctica desaparición de un club. El ejemplo más dramático es el del Logroñés.