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Obama hace un gesto amistoso a Merkel tras la rueda de prensa./ AFP
MUNDO

Reconciliación en Dresde

El líder americano y la canciller se dedican elogios y apuestan por la paz en Oriente Próximo

E. MÜLLER
| BERLÍNActualizado:

Una hora duró el encuentro que mantuvieron ayer en Dresde Barack Obama y Angela Merkel. Una reunión que había sido programada para abordar el conflicto de Oriente Próximo, pero también para acabar con las fricciones que empañaban las relaciones entre ambos mandatarios.

El resultado de la reunión fue un éxito si nos atenemos a los adjetivos elogiosos mutuos utilizados tanto por la canciller alemana como por el líder de EE UU en la rueda de prensa posterior y que se alargó más de lo programado. En un gesto que no pasó inadvertido para nadie, el inquilino de la Casa Blanca alabó la inteligencia y el lenguaje directo de la jefa del Gobierno germano. Y dijo que Alemania es un gran amigo y un socio decisivo de EE UU, además de calificar de «especulaciones salvajes» las tensiones entre ambos. «Lo único concreto es lo siguiente: las relaciones entre nuestros países y gobiernos son excelentes», afirmó Obama.

Merkel, tras alabar el discurso del presidente norteamericano en El Cairo, que calificó como la «llave que abre la puerta al mundo árabe», prometió una estrecha colaboración. «Siempre es un placer cooperar con el presidente y Alemania hará todo lo que esté en sus manos para acompañar constructivamente el proceso de paz», añadió.

El líder demócrata reiteró que había llegado el momento de actuar para lograr una solución definitiva en Oriente Próximo, pero mostró un cauteloso optimismo sobre el proceso de paz. «Estados Unidos no puede resolver ese problema. Son las partes involucradas las que deben tomar una decisión y no podemos forzarles. Lo que hemos intentado hacer es aclarar algunos malentendidos para poder comenzar con un dialogo franco», dijo el presidente. «Ayer (por el jueves) sólo hubo un discurso que no reemplaza el duro trabajo que tenemos por delante», apostilló.

Decisiones difíciles

Obama, al igual que hizo en la capital egipcia, reafirmó que las partes implicadas tendrán que adoptar decisiones difíciles y recordó que los palestinos deben poner fin a la «incitación al odio» contra Israel, mejorar la seguridad y acabar con la corrupción en sus territorios. A cambio, las autoridades hebreas aceptarán la creación de un Estado palestino y renunciarán a sus asentamientos en los territorios ocupados.

Los dos mandatarios también abordaron el cierre de la prisión de Guantánamo. Barack Obama aprovechó para recordar que en ningún momento había pedido compromisos vinculantes a la canciller relacionados con la acogida de prisioneros.