Empeora la calificación de España por los impagos entre empresas

El grupo asegurador Coface, que elabora una prestigiosa guía sobre el riesgo comercial de los países, ha rebajado la calificación de España desde A2 a A3 tras constatar que la crisis del crédito y el deterioro de la economía real están repercutiendo en las capacidades de las empresas de responder a sus compromisos. No es un hecho aislado: otros 18 países han descendido de nivel (Estados Unidos, Reino Unido e Irlanda, entre ellos) y 47 quedan en situación de 'vigilancia negativa', lo que lleva a pensar que en breve podrían verse degradados.

Durante el primer trimestre, los impagos empresariales se multiplicaron en España por cinco, cuando a escala mundial los incumplimientos se triplicaron. El dato se dio a conocer en la Conferencia sobre Riesgo País celebrada el miércoles en Madrid, donde los expertos constataron que la economía española entró antes en crisis y probablemente se recuperará más tarde, porque sus tasas de crecimiento también fueron más elevadas en tiempos de bonanza.

Pero el director adjunto de Coface para España, Marcelino Moneo, observó que en los meses de abril y mayo se está registrando cierto alivio, con una reducción de los impagados en torno al 20%. Con todo, localizó el momento decisivo para conocer si la recesión ha tocado fondo en la economía española en el próximo septiembre. «En el tercer trimestre podría arrancar una fase de recuperación seguramente lenta y suave», anticipó.

Según Coface-España, la inversión en infraestructuras podría relanzar ligeramente la demanda durante la primavera y el verano, mientras el consumo de las familias y las exportaciones tomarían el relevo en el otoño. Pero esta proyección no es segura porque se basa en la consolidación de la confianza de los hogares y en su decisión de consumir algo más, gracias a que la rebaja del precio del dinero y de la inflación les aporta la idea de que disfrutan de mayores ingresos.

A las empresas, lo que podría darles verdadero impulso es, junto al restablecimiento de una relativa normalización del crédito, la recuperación de la demanda nacional y de la externa, lo que pasa por el relanzamiento del comercio.

El derrumbe del mercado continúa. La compra-venta de pisos retrocedió un 29% interanual en el primer trimestre del año, según los datos del Colegio de Registradores de la Propiedad. Aunque toda operación se presenta como una quimera -bien por los precios aún altos, bien por la sequía de financiación- el segmento de segunda mano sufre mucho más. La adquisición de pisos usados cayó un 3,88% sobre el último trimestre de 2008, frente al 1,9% de retroceso en las casas a estrenar.