Los príncipes, al auxilio
Actualizado: GuardarEl calor y los nervios dieron un susto a una mujer que aguardaba el miércoles a que los Príncipes salieran de la plaza de Las Ventas, donde presidían la corrida de la Beneficencia. La señora, que aguardaba paciente su turno para estrechar las manos a don Felipe y doña Letizia, sufrió un desmayo. El revuelo en torno a ella alertó a los príncipes que, solícitos, se acercaron y se agacharon junto a la mujer para interesarse por su estado. Y ella, encantada con sus auxiliadores.