Mesa electoral

Como ciudadana tengo unos derechos, también es cierto que unas obligaciones, pero ¿dónde está mi derecho de decisión si el Gobierno, o quien corresponda, me impone qué hacer un día concreto en mi vida? ¿Por qué un ciudadano tiene que abandonar su vida para estar en una mesa electoral? Mucha gente cobra paro, subsidio..., dinero público, y está inactiva.

No entiendo por qué no escogen a esas personas para la mesa electoral, y no a otros, que tenemos trabajo ese día o vacaciones solicitadas para poder realizar un curso de formación cuya no asistencia supone además de pérdida económica, la imposibilidad de sacar un título.

Se justifican ante el juzgado las razones y asuntos que se tienen, y sólo se recibe una carta desestimando la petición y sin posibilidad de presentar recurso alguno. ¿Quién es ese juez para decidir sobre la vida de uno? Esta obligación supone un gran trastorno para muchos ciudadanos. ¿Quién va a compensar todo esto? Es evidente que las obligaciones democráticas son absolutamente inalienables y que ante la tesitura de tenerte que sentar en una mesa electoral un domingo de elecciones no te queda otra que tener que tragar y hacerlo. Además no debe perder la memoria histórica y alegranos porque hace cuarenta años era imposible. Pero insisto, no se podrían utilizar otros argumentos y otros procedimientos para concienciarnos de esa obligación. Me reitero ¿quién va a compensar todo esto?