Jerez

Surge la picaresca para eludir el pago de la tasa de vado con placas 'falsas'

Cada una cuesta 10 euros y la empresa que las fabrica asegura que las puede entregar en unas pocas horas Las únicas válidas son las que da la Delegación de Urbanismo

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Forma de vida o actuación aprovechada y tramposa. Es como la Real Academia define picaresca, una palabra que viene al pelo para definir lo que está ocurriendo de un tiempo a esta parte en Jerez con el asunto de la tasa de vados. Y es que unos pocos ciudadanos han recurrido a ella, a la picaresca, para tratar de eludir el pago de este impuesto municipal que tanto está dando de que hablar en la ciudad desde hace ya varias semanas. Ahí están, no en vano, las movilizaciones ciudadanas, las recogidas de firmas, las protestas ante el Ayuntamiento...

La fórmula es de lo más sencilla. Consiste en poner en la fachada de la entrada al aparcamiento de la vivienda una placa de vado supuestamente falsa. De esta forma, además de disuadir a los conductores de que aparquen allí, se despista a los técnicos que realizan el censo de vados de la ciudad para después girar el cobro de la tasa correspondiente.

La de la imagen de la derecha es una de esas placas. Tal como se puede apreciar, es prácticamente idéntica a la original, escudo del Ayuntamiento incluido, aunque no incluye en este caso -en otros sí- el número de licencia, dejando el espacio correspondiente vacío. Otro detalle significativo es que en la parte inferior aparece incluso el número de teléfono de la empresa que las fabrica.

Haciéndose pasar por un vecino interesado en una de ellas, LA VOZ precisamente llamó ayer a dicho teléfono para comprobar si era así y, en tal caso, conocer el proceso a seguir. Y el resultado no arrojó lugar a la duda: la empresa en cuestión no plantea reparos a la venta de una placa y pone al cliente las máximas facilidades. El precio, tal como queda reflejado en la conversación correspondiente, que se reproduce textualmente en el texto que complementa esta información, asciende únicamente a 10 euros y el plazo de entrega es de unas pocas horas.

A la hora de cuestionar al interlocutor sobre la legalidad de la operación, éste asegura tajantemente -aunque en un momento dado alude a un posible vacío legal- que «no hay problema». Requiere, eso sí, el número de licencia para grabarlo en la placa.

Diversas fuentes consultadas aseguran que, aunque no son ni mucho menos mayoría, sí que se dan numerosos casos de este tipo en Jerez. Y añaden que la reseñada podría no ser la única vía para conseguir una de esas placas, apuntando que existen sospechas de que podría haber establecimientos regentados por ciudadanos de nacionalidad china que también las venderían.

El Ayuntamiento confirmaba ayer a este medio que «las únicas placas de vado oficiales» son las que se entregan en Urbanismo cuando un vecino solicita la licencia correspondiente. Funtes municipales explicaban ayer que la Ordenanza Reguladora de Expedición de Documentos Administrativos (se puede consultar en internet) es la que fija esta cuestión, determinando que «la expedición de la primera placa y la reposición de la misma corresponde a Urbanismo». «Y esto quiere decir que corresponde únicamente al Ayuntamiento de Jerez», concluyen.

Otro aspecto cuestionable es el de la utilización del escudo municipal, hecho que podría ser también motivo de denuncia por parte del Consistorio.

«Lo peor del pícaro es que las picardías que inventa son jocosas, caen simpáticas y parecen poerdonables». El insigne médico y escritor español Gregorio Marañón lanzaba esta reflexión el siglo pasado y, por tanto, no se refería a lo que ahora está sucediendo en Jerez, pero la cita sirve perfectamente para definirlo.