La Audiencia absuelve a un etarra para el que la Fiscalía pedía 377 años

La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha absuelto al etarra Gorka Martínez Arkarazo, para el que la Fiscalía reclamaba 377 años de cárcel por 20 asesinatos terroristas en grado de tentativa y un delito de estragos por participar en un atentado con carrito-bomba contra la teniente de alcalde de Portugalete, la socialista Esther Cabezudo. El tribunal cree que no hay pruebas de que el acusado, aunque albergó en su casa a los etarras del comando, «conociera los planes concretos» del jefe del talde, que entonces era Garikoitz Aspiazu, Txeroki, quien posteriormente se convirtió en el máximo dirigente militar de la organización. Los magistrados consideran probado que Martínez entró en ETA en marzo de 2001 y que su primer trabajo para la banda fue alquilar una vivienda en la calle Txiki Otaegi de Amorebieta para convertirla en un piso franco en el que pudieran esconderse los miembros del comando Olaia: Txeroki, Asier Arzalluz, Idoia Mendizabal, Jon Kepa Preciado y Jon González. Incluso arrendó para el grupo un garaje en la localidad de Galdácano.

El tribunal sostiene que estos hechos no implican que Martínez fuera cómplice del intento de asesinato de Cabezudo porque el colaborador etarra «no era informado de las acciones que proyectaban y llevaban a cabo» los terroristas. Entiende la sala que «al no conocer (Martínez) la acción proyectada por los miembros del comando», habría actuado siempre «sin el dolo».