GRÁFICO: G. DE LAS HERAS
MUNDO

Hallan restos del Airbus en el Atlántico

El ministro de Defensa brasileño confirma su localización en el límite de la jurisdicción de su país La ubicación de las piezas sugiere un viraje para intentar aterrizar

| CORRESPONSAL. PARÍS Actualizado: Guardar
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Las autoridades brasileñas confirmaron ayer que las piezas metálicas, sillas de avión, un chaleco salvavidas y manchas de queroseno a 650 kilómetros al norte de las islas Fernando de Noronha, en el Atlántico sur, pertenecen al Airbus A330-200 de Air France desaparecido el pasado lunes con 228 personas a bordo.

Los restos fueron detectados por pilotos militares en el límite de la zona controlada por Brasilia, a 60 kilómetros a la derecha de la ruta normal del vuelo AF-447 Río de Janeiro-París, lo que sugiere que sus tripulantes intentaron un viraje de emergencia para tomar tierra en el archipiélago. El ministro de Defensa, Nelson Jobim, detalló que tres navíos mercantes y una patrulla de la Marina llegarán hoy a la zona.

Por su parte, el primer ministro francés, François Fillon, declaró ayer en la Asamblea Nacional (cámara de los diputados) que su Gobierno no da prioridad a ninguna de las diferentes hipótesis sobre las causa del siniestro. «Nuestra única certeza es que no hubo llamada de socorro enviada por el avión sino alertas automáticas regulares durante tres minutos indicativas de que todos los sistemas estaban fuera de servicio», explicó a los parlamentarios, que habían guardado un minuto de silencio puestos de pie en recuerdo a las víctimas.

La Subdirección Antiterrorista (SDAT) de la Policía Judicial, que ha descartado la hipótesis de un secuestro, escrutó la lista de pasajeros que embarcaron en el vuelo AF-447 sin detectar nada sospechoso. El ministro de Ecología, Jean-Louis Borloo, aseguró que este tipo de comprobaciones es algo «absolutamente clásico» en la investigación de catástrofes aéreas.

Su colega de Defensa, Hervé Morin, dijo no disponer de indicios para sustentar la teoría de un atentado aunque insistió en que tampoco se puede descartar esa hipótesis. «No tenemos derecho a excluir por definición un acto terrorista, porque el terrorismo es la amenaza principal para el conjunto de las democracias occidentales. Pero no tenemos hoy ningún elemento que permita corroborar en tan poco tiempo que sea la causa del accidente», declaró en una entrevista radiofónica.

Todo es posible

Mientras tanto, el secretario de Estado de Transportes, Dominique Bussereau, admitió que «todas las hipótesis son posibles», aunque también opinó que las características del siniestro se parecen más a «una pérdida de control del aparato ligada a toda una serie de fenómenos».

A su juicio, la teoría de un simple rayo como causa del accidente, avanzada en su momento por los portavoces de Air France, «no puede explicar la pérdida de un avión» y sería preferible contemplar «un cúmulo de circunstancias». Las autoridades galas han emprendido una carrera contra el reloj para recuperar lo más rápidamente posible las cajas negras del Airbus, dotadas con baterías para emitir señales con una autonomía de unos 30 días.

Borloo juzgó indispensable localizarlas para determinar qué ocurrió, «a pesar de unas condiciones muy complicadas, porque no hay un meseta continental en ese lugar y las cajas negras estarán probablemente en profundidades extremas». En su intervención parlamentaria, Fillon subrayó que el rastreo se desarrolla «en condiciones meteorológicas extremadamente difíciles y en una zona en la que los fondos marinos pueden alcanzar los 7.000 metros». El primer ministro proclamó que su Gobierno tiene un doble deber. Por un lado, el de «verdad», para descubrir las causas de la desaparición del vuelo A-447, y por otro, el de «solidaridad» con las familias y los allegados de las víctimas.

Air France anunció la celebración, esta misma tarde en la catedral de Notre-Dame de París, de una ceremonia religiosa ecuménica en memoria de los desaparecidos a la que asistirá el presidente francés, Nicolas Sarkozy. Del mismo modo, la mezquita principal de París ha organizado una plegaria ritual en coordinación con el Consejo francés del culto musulmán.

La tragedia provocó la anulación de los festejos previstos en el aeropuerto de Roissy-Charles de Gaulle para inaugurar la conexión París-Singapur en A380. El avión gigante de Airbus despegó a las doce y media con 428 pasajeros a bordo que, en algunos casos, habían comprado los billetes en febrero para no perderse el acontecimiento.