De Georgie Dann a Cachuli
El ex alcalde de Marbella se convierte en el nuevo rey del chiringuito tras fichar como director de un establecimiento de San Pedro Alcántara
| SAN PEDRO DE ALCÁNTARAActualizado:Al inefable Georgie Dann le ha salido un duro competidor que amenaza con arrebatarle el cetro de rey del chiringuito. El ex alcalde de Marbella Julián Muñoz, al que se le siguen abriendo frentes judiciales, es desde hace apenas una semana el director general -cual cabeza visible de una gran multinacional- de un restaurante playero del paseo marítimo de San Pedro Alcántara:el Flamingo Beach, que ya se vislumbra como nuevo santuario del colorín nacional con ganas de saborear una paella a lo Cachuli o de fardar de haber compartido mesa y mantel con el ex de La Pantoja. «Estoy muy orgulloso.
Es volver de otra forma diferente, no como camarero, pero si tengo que atender una mesa, no me importa», dijo ayer rescatando sus orígenes hosteleros.
Lo suyo, desde que logró el tercer grado penitenciario, es todo un desafío a las estadísticas del desempleo. Tras su periplo como relaciones públicas en la versión de autónomo en el establecimiento de su amigo Pepe Romero, da el salto al contrato indefinido con un salario de 1.500 euros netos mensuales, al que más de uno querría hincarle el diente. Incluida la Justicia, que embarga con rapidez de prestidigitador todo lo que asoma por su cuenta corriente nada corriente.
«Evidentemente necesito trabajar y mentalmente también», explica a este periódico sobre su nueva andadura. Es de lo único que quiere hablar. Vetados los temas judiciales y amorosos, pese a que huele a exclusiva en una conocida revista del corazón que podría aparecer hoy mismo. «Agradezco mucho la oportunidad y el buen sentimiento que manifiestan hacia mí», añade sobre su estreno laboral que se vislumbra algo 'interruptus'. Sus idas y venidas a los juzgados y su obligación de dormir de lunes a jueves en la cárcel -siempre transportado por su chófer con nombre de pastelito, el ya mítico Foski que cogió prestado de Isabel Pantoja-, se entrecruzarán con sus citas con los proveedores y los arqueos diarios de la caja.
Eso si no se cruza con alguna que otra cara más que conocida. Pese a que Marbella tiene 27 kilómetros de litoral, Julián Muñoz ha ido a plantar el huevo laboral a pocos metros de la casa de su ex mujer, Maite Zaldívar, que intenta domar los kilos con caminatas matutinas por el paseo marítimo, puerta del Flamingo Beach incluida.
Paparazzi a la vista
Todo un cuadro flamenco, nunca mejor dicho, codiciado por los paparazzis que ya se asoman por el chiringuito. Tiempo tendrán para hacerse con provisiones. La jornada laboral de Cachuli, como él mismo explica, arranca sobre las diez de la mañana. «Veo lo que hace falta comprar, hablo con los proveedores...». El descanso llega después de comer. Un par de horas. Después echa otro rato y rumbo a Málaga para dormir en la cárcel los días que le toca.
Seguro que algún día, en el catre, se sorprende tarareando la que será su nueva banda sonora hasta nuevo aviso: «Yo tengo un chiringuito, a orilla de la playa. Lo tengo muy bonito y espero que tu vayas...».